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19 de abril de 2024
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Cocaína: prisión preventiva a argentinos detenidos en España
Lo dispuso un juez español para Gustavo y Eduardo Juliá, y Gastón Miret, acusados de transportar droga en vuelo privado. Quedó en libertad un cuarto pasajero
11 de enero de 2011
El titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Prat de Llobregat (Barcelona), a cuya jurisdicción pertenece el aeropuerto El Prat de Cataluña, dictó la prisión preventiva para los tres argentinos detenidos en Barcelona donde llegaron transportando 944,5 kilos de cocaína en un avión.

En aquel momento, los arrestados fueron inmediatamente conducidos, esposados, desde la Jefatura de Policía barcelonesa hasta la cárcel La Modelo de la capital catalana.

De esta manera, el magistrado cumplió con el plazo de 72 horas que comenzó al finalizar el interrogatorio de los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá y Matías Miret.

Un avión jet Bombardier Challenger 604, que había salido de la base aérea de Morón desde donde voló al aeropuerto de Ezeiza, decoló el primero de enero rumbo a las Islas de Cabo Verde.

Según las versiones que se filtraron de la investigación, ya que se mantiene un muy estricto secreto judicial, allí se habría incorporado el cargamento de cocaína de alta pureza (90%). El aparato de la línea privada argentina Medical Jet aterrizó en el aeropuerto barcelonés el 2 de enero a las 15 (hora local) y se dirigió por indicación de la torre de control a una zona de aparcamiento de jets privados.

El aparato fue rodeado por personal de vigilancia. Apenas apagó los motores subió una comisión de la Guardia Civil con perros especializados en la detección de drogas que inmediatamente registraron la presencia de la droga en la bodega del avión. Se trataba de numerosas placas de cocaína prensada en paquetes rectangulares envueltos con papel de colores.

Dado el tamaño reducido del jet, el cargamento ilegal ocupaba casi toda la bodega .

Fueron arrestados y esposados los tres argentinos: Eduardo Juliá, piloto, Matías Miret, copiloto, y Gustavo Juliá, principal accionista de Medical Jet.

Un cuarto hombre también fue detenido. No estaba en el avión cuando partió de Ezeiza y se incorporó en las Islas de Cabo Verde al vuelo hacia Barcelona. En medio de una ola de confusas versiones y una estricta reserva, se informó que el cuarto pasajero había quedado en libertad después de un interrogatorio que habría demostrado, dicen, que no tenía nada que ver con la operación ilegal.

Ayer, este cuarto hombre se transformó en el enigmático protagonista de versiones, algo atinadas unas y disparatadas otras. Algunas fuentes serias solo quisieron mostrar su perplejidad por el hecho de que una persona en esas circunstancias haya quedado libre.

Si, como dicen los expertos, el vuelo era una “operación planeada”, es decir, controlada por alguna agencia internacional con ayudas locales, los vientos soplaban en dirección a alguna organización muy poderosa como la DEA estadounidense . Habrá que ver, pero este episodio se colma cada vez más de datos turbios.

La realidad es que la Guardia Civil subió al Challenger 604 cuando aún giraban los motores. “En estos casos, no se deja ni un instante sin controlar para que los comprometidos no puedan alegar ante el juez que alguien les ‘coló’ los paquetes de cocaína”, dicen por acá. Todo estaba preparado para la “bienvenida”. Ayer, una de las fuentes que consulta Clarín confirmó que las autoridades españolas y fuerzas de seguridad habían recibido un “alerta condición roja” desde Buenos Aires que apuntaba al vuelo de Medical Jet. “Cuidado, controlarlo, es sospechoso”, decía. Por eso, el juez del Prat de Llobregat autorizó la incursión de la Guardia Civil. Mientras tanto, ¿dónde andará el cuarto hombre sin nombre?