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8 de mayo de 2024
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La justicia procesó a dos presos que hacían secuestros virtuales
Formaban parte de una organización que con cómplices se alzaron con más de 200 mil pesos por este delito. Fue en 2008 y hubo 19 damnificados
14 de marzo de 2011
Dos presos manejaban desde su celda de la cárcel de Villa Devoto una aceitada organización para realizar secuestro virtuales con celulares robados y cómplices en la calle que les derivó más de 200 mil pesos de ganancia.

La Justicia comprobó que entre el 16 de febrero y el 31 de mayo de 2008, José Daniel Olivera (30) y Daniel Concha Fernández (26) capitanearon desde la cárcel 16 secuestros virtuales e intentaron engañar a otras 19 víctimas que, por diferentes motivos, no cayeron en la trampa, aunque el recuerdo del susto les quedará para siempre.

Por esos 35 casos, el fiscal José María Campagnoli acaba de pedir que sean juzgados en debate oral y público acusados de extorsión, tentativa de extorsión y asociación ilícita.

De los cómplices que se encargaban de cobrar los rescates sólo se pudo identificar a una mujer, Daniela López (novia de Olivera).

López fue detenida el 10 de marzo de 2008, cuando estaba por retirar uno de los botines (seis mil pesos) de un tacho de basura en Sucre y Artilleros, en el barrio de Belgrano.

Pero luego de estar presa unos días fue dejada en libertad y nunca más se supo de ella .

La detención de López y un análisis de dos años de entrecruzamientos telefónicos encargado a la Unidad Fiscal Antisecuestros (UFASE) terminaron señalando a Olivera ( está condenado a 9 años de prisión por robo agravado ) y a Concha Fernández, su compañero de celda en Devoto, condenado a 16 años por homicidio y robo.

Del requerimiento de elevación a juicio firmado por Campagnoli –al que tuvo acceso Clarín – se desprende que la banda usaba a los miembros que estaban en libertad para, en algunos casos, hacer inteligencia sobre sus potenciales víctimas y así resultar más creíbles a la hora de la llamada extorsiva .

Sin embargo, en la mayoría de los casos (el pico fue en marzo de 2008) sólo usaron la guía telefónica eligiendo por lo general objetivos de barrios con gente de mayor poder adquisitivo como Belgrano, Palermo, Recoleta o Barrio Norte.

Tal vez por ese uso de la guía hubo 19 personas que no cayeron en la trampa , desconfiaron y, como pudieron, se comunicaron en plena extorsión con el supuesto familiar secuestrado, que les garantizó que estaba perfectamente.

Todos, igual, hicieron la denuncia policial, lo que permitió juntar más pruebas contra los acusados.