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28 de marzo de 2024
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Esperanza contra el Mal de Parkinson
Un tratamiento logró revertir algunos síntomas. Hasta ahora es una enfermedad incurable que padecen millones de personas. Michael Fox, paciente 'célebre'
19 de marzo de 2011
Científicos lograr revertir parcialmente síntomas del mal de Parkinson.

El estudio realizado con un grupo pequeño de pacientes y fue dirigido por un científico del Colegio Médico Weill Cornell, en Nueva York, Estados Unidos.

La enfermedad, que resulta de la muerte de neuronas, provoca temblores descontrolados, rigidez y dificultad en los movimientos.

Pero, hasta ahora, no existe una cura para este mal que sólo en Estados Unidos afecta a 1,5 millones de personas, aunque existen fármacos y terapias que pueden reducir los síntomas.

La nueva terapia utiliza un virus para introducir un gen en el cerebro, conforme con los detalles de la investigación que aparecen publicados en The Lancet Neurolog.

Demostraciones anteriores evidenciaron que los pacientes que padecen la enfermedad tienen niveles menores de un compuesto químico, llamado GABA, en una región del cerebro conocida como núcleo subtalámico. El primer paso de la investigación fue crear un virus que "infecta" a las células cerebrales con un gen cuya función es incrementar la producción de GABA.

El virus fue inyectado en el cerebro de 22 pacientes y otros 23 fueron sometidos a una "cirugía falsa" para hacerles creer que también se les había inyectado la terapia. Seis meses después del tratamiento -bautizado NLX-P101-, se analizaron sus funciones motoras.

Los resultados mostraron que quienes recibieron el gen tuvieron una mejora de 23,1% en sus funciones motoras, mientras que el otro grupo mejoró un 12,7%.

"Los pacientes que recibieron la NLX-P101 mostraron una reducción significativa en los síntomas motores del Parkinson, que incluyen temblor, rigidez y dificultad para iniciar movimientos" sostiene el doctor Michael Kaplitt, del Colegio Médico Weill Cornell en Nueva York, quien dirigió el estudio.

"Esto representa un enorme avance en el desarrollo de una terapia genética para una amplia variedad de enfermedades neurológicas", añade.

La mejora en las funciones motoras de los pacientes fue vista desde el primer mes del estudio y continuó sin cambios durante los seis meses que duró el ensayo, según el doctor Kaplitt.

"El resultado es importante pero debe tomarse con cierta cautela porque constituye, en promedio, una mejora pequeña" explicó a la BBC el profesor Nicholas Mazarakis, especialista en terapia genética del Imperial College de Londres.

"Además, la ausencia de mejoras importantes en otras medidas de síntomas secundarios como la discinesia y la calidad de vida entre ambos grupos, garantiza la necesidad de llevar a cabo futuras evaluaciones a largo plazo de este tratamiento en más pacientes", sostuvo.