Boca le ganó 3-0 a Banfield en la Bombonera y se quedó con el título después de tres años.

Apoyado en su solidez defensiva y un invicto de 27 partidos, les sacó una gran ventaja a sus perseguidores y se consagró a dos fechas del final del campeonato. Riquelme ingresó en el segundo tiempo y recibió la ovación de los hinchas.

Boca salió a la Bombonera sabiendo que el empate le daba el título, feliz por la caída de River ante Boca Unidos de Corrientes en el ascenso y en pleno proceso electoral.

Por eso fue todo fiesta, con fuegos artificiales, colorido por doquier y la pasión inagotable de su gente que colmó las tribunas del estadio uicado en Brandsen 805, en pleno barrio de La Boca.

Pasaron 9 minutos hasta que La Boca se llenó de gol. Un tiro de esquina desde la derecha, varios rebotes y salvadas en la línea, hasta que Darío Cvitanich la mandó a guardar, con bronca para el 1-0 sobre Banfield. Explotó el estadio en un grito, que no fue el de Cvitanich que festejó en silencio por respeto a su ex club. Listo, ahora a esperar el final para poder celebrar el título.

En el medio, un partido de fútbol casi sin atractivos. Juan Román Riquelme estaba en el banco de suplentes, esperando su momento para ser parte de la fiesta. En la cancha, el Pochi Chávez ponía la pelota debajo de la suela y movía los hilos de un equipo aceitado y sin fisuras (ni lujos).

Mouche sobre la izquierda inquietaba. Chávez encaraba y Cvitanich esperaba por otra oportunidad en el área. Somoza ordenaba, Erviti acompañaba y Rivero buscaba un hueco para poder sorprender. Todo muy sencillo ante un Banfield entregado y piñata de una fiesta ajena.

Sobre el cierre del primer tiempo, el 2-0. Otro centro, Cvitanich conecta de volea, un desvío y Lucchetti que no llega en la estirada. Otro grito en silencio del delantero y otra explosión en las tribunas, que ya le empezaban a dedicar el triunfo a River que ayer perdió justo con Boca Unidos en el torneo de la Primera B Nacional. Los hinchas de Boca, empachados.