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Adiós a los ídolos: demasiadas lágrimas
Fuertes golpes a la emoción de los argentinos provocaron las muertes en poco tiempo de ídolos de la música y referentes de la cultura popular
9 de febrero de 2012
Por Roberto Blanco

Sin tregua, sin poder de recuperación, la muerte, ese impiadoso fin de la vida terrenal golpeó sistemáticamente el corazón de millones de argentinos en los últimos cuatro años, arrebatándolos de grandes ídolos populares de la música, referentes de la cultura y personajes queribles de los medios masivos de comunicación.

Desde 2009, el duro momento del final llegó para figuras emblemáticas de la canción popular nacional como Mercedes Sosa (2009); Sandro (2010), Facundo Cabral (2011) y, ahora, Luis Alberto Spinetta (2012).

En ese lapso también esta el accidente cerebral que dejó postrado en coma desde hace año y medio a Gustavo Cerati, y la muertes de la cantante y escritora Maria Elena Walsh en enero de 2011.

El trío de la "negra" Sosa, Sandro y el "Flaco" Spinetta es una seguidilla muy difícil de asimilar en tan poco tiempo, y se suma a una gran cantidad de perdidas que dejaron a la música nacional casi huérfana.

La muerte de la tucumana, en septiembre de 2009, sucedió luego de varias semanas de internación y una salud que se le fue deteriorando sistemáticamente, en un final anunciado, pero que a la vez no dejó de tener fuerte efecto en la sensibilidad de la gente.

Pocos meses después, en enero de 2010, en Mendoza, falleció Roberto Sánchez, Sandro, tras un año de internación y la espera de un doble transplante de pulmón y corazón, que finalmente se produjo, pero que no pudo asimilar el ya deteriorado cuerpo del autor de "Rosa Rosa".

Su muerte fue un mazazo para sus seguidores que habían albergado muchas esperanzas en esa recuperación y sostenían cadenas de oración que finalmente no pudieron evitar el desenlace no querido.

Su sepelio fue también, al igual que con la Negra Sosa, un acto de intensidad popular pocas veces visto en los últimos años.

Un año después, en otro verano tórrido, en enero de 2011 la que partió dejando otro gran vacío en la cultura popular fue la cantante María Elena Walsh, quién con 80 años también peleó con un cáncer que la demolió en los últimos meses.

La gran autora de temas como "Manuelita" o "La Cigarra" con su muerte conmocionó a millones de personas que crecieron con su música, se formaron con sus novelas y cuentos y militaron la vida con sus canciones mas comprometidas.

El día de la Independencia nacional, el 9 de julio de 2011, los argentinos se despertaron con una noticia terrible y dramática como fue la muerte en medio de una balacera de facundo Cabral en Guatemala cuando se dirigía en la camioneta de un empresario local al aeropuerto para volver a Buenos Aires.

Balas que no eran para él pero que solo hirieron de muerte al argentino, generó estupor, dolor y tremenda consternación al mundo de la música y a sus fanáticos en el país que lo despidieron con los honores de gran trovador que Cabral supo construir en 50 años de carrera.

El 8 de febrero se apagó la vida del flaco Spinetta, en una historia tan reciente que aún lacera el alma, y que sorprendió, a pesar del diagnóstico de cáncer, pero que generó esperanzas cuando los familiares sostuvieron que había superado la etapa mas "feroz" de la enfermedad.

Uno de los padres del rock nacional, el ídolo popular alejado del estrellato del rock, comenzó a dejar huérfanos de su poesía y música a los 62 años tras 40 dedicados a cimentar la historia del movimiento musical nacional.

Muchas pérdidas juntas, ya muchos veranos seguidos llorando a ídolos que salen en esa gira eterna de la que ya no se vuelve.

Sólo pedimos una tregua, menos dolor a nuestros corazones y memorias sensibles, no estamos aún preparados para tanto rescate emotivo.

Nos duele sentir que nos quedamos solos.