Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
19 de marzo de 2024
Seguinos en
¿Cristina y Boudou fueron engañados en un acto?
En una de sus videoconferencias, la Presidenta le pidió a Boudou hablar con un "trabajador", que defendió la minería. Pero el hombre era un dirigente de alto nivel de la CGT local
11 de febrero de 2012
El gobierno se quejó el viernes por un supuesto montaje realizado por un canal de televisión para sugerir inseguridad en una estación de trenes.

Pero también pareció un montaje la conversación con un simple "trabajador" que mantuvo el jueves la presidenta Cristina Fernández, de la cual derivó una defensa rotunda de la minería en el país. Todo comenzó con una de las habituales "videoconferencias" que le arman a la Presidenta para poder hacer inauguraciones desde la comodidad de la Casa Rosada en estos tiempos de altas temperaturas.

En este caso fue el turno de una cementera de Olavarría. Allí estaba el vicepresidente Amada Boudou, contándole a la jefa de Estado el crecimiento del sector en el país, cuando Cristina le pidió a su vice que le pasara con un "trabajador".



El hombre sorprendió por su capacidad oratoria y rápidamente inició una rotunda defensa de la actividad minera y lanzó una repudio a los "pseudoambientalistas" que la combaten.

A la Presidenta se lo presentaron como "Antonio", y la jefa de Estado quedó encantada con lo que decía el "obrero", a tal punto que lo dejó hablar muchos más minutos de los que suele permitir en general.

"Antonio", quien negó los riesgos de las explotaciones mineras, terminó siendo un dirigente sindical de alto nivel en la CGT y el PJ bonaerense, que ni siquiera se llama Antonio, sino que es Armando César Domínguez, vicepresidente del justicialismo de Olavarría y con vínculos políticos y gremiales en San Juan, "capital" de la minería argentina.

Tan contenta estaba Cristina con las palabras del hombre, que sobre el final lo elogió: "Vos no sos ningún dirigente político, sos un trabajador que defiende su fuente de trabajo".

"Vox pópuli, vox dei", le dedicó la Presidenta al hombre que, dijo, no era un "político", incluso se entusiasmó la jefa de Estado, a quien le gusta mezclar palabras de otros idiomas en sus alocuciones, como cuando utiliza el latiguillo juvenil "too much".

Cristina dijo que las palabras del Antonio que no era tal expresaban "la lógica implacable del pueblo".

¿Cristina fue engañada? ¿Boudou también? Imaginar que la Presidenta mintió a sabiendas sería temerario y abriría demasiados interrogantes sobre la honestidad de su Gobierno.