El gobierno español negó este lunes que haya realizado represalias con la confiscación de YPF pero si admitió que hizo un reclamo formal para que se pague un precio justo por el valor de las acciones de la petrolera, en una acción de bajada de tono por parte del gobierno de Mariano Rajoy.

Esta posición fue planteada por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria -uno de los más combativos funcionarios al momento del anuncio de la medida en Buenos Aires-, quien se ocupó de aclarar la posición de Madrid en el conflicto.

"El Gobierno ya ha empezado a replegar velas, consciente de que los intereses económicos de España en la Argentina no se limitan a Repsol y de que la relación estratégica entre ambos países sobrepasan los desacuerdos entre sus gobiernos. Ese el mensaje que más se repitió en el desayuno que dio el ministro José Manuel García Margallo, el pasado jueves a sus antecesores en Exteriores", indicó un vocero del gobierno.

Por su parte, Soria, agrego: "Preguntado por el caso YPF, el ministro ha insistido en que el Gobierno no ha adoptado ningún tipo de represalia, sino que ha suspendido los tratamientos de preferencia que España daba al país andino en determinadas importaciones como el biodiésel".

De todas maneras se espera que las acciones diplomáticas en los distintos centros de grupos económicos internacionales, España seguirá con su reclamos por la actitud del gobierno de Cristina Fernández.