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19 de abril de 2024
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La protesta sonó fuerte también en el conurbano
Hubo una fuerte convocatoria en San Isidro, Ramos Mejía, Lomas de Zamora, Avellaneda y Tigre. A esto se sumó Olivos, donde la residencia presidencial fue rodeada
8 de noviembre de 2012
El conurbano bonaerense -bastión del peronismo- también fue protagonista de la gigantesca protesta contra las políticas gubernamentales, como la falta de estrategia ante la inseguridad, la negación de la inflación y el intento de reformar la Constitución Nacional para intentar una nueva reelección de Cristina Fernández.

Con un heterogéneo abanico de consignas, que abarcaron desde la oposición a una hipotética reforma constitucional, el reclamo de mayor seguridad, el rechazo a los valores de la medición oficial de la inflación y el pedido de liberación del mercado cambiario, el reclamo resonó con potencia.

También hubo una fuerte protesta en San Isidro, donde familias enteras coparon más de diez cuadras en torno al cruce de las avenidas Centenario y Márquez para mostrar su oposición al voto a los 16 años y a una nueva reelección presidencial.

A pocos kilómetros, alrededor de tres mil personas de concentraron en el playón de la estación de trenes de Tigre y luego se movieron hasta el edificio municipal. Otros grupos eligieron la estación fluvial y la rotonda de Cazón.

La protesta también retumbó en el Oeste. En Ramos Mejía, siete mil vecinos se reunieron en la Plaza Mitre y se trasladaron a Avenida de Mayo y Rivadavia, frente a la estación de ferrocarril Sarmiento. Allí, "la Constitución no se reforma, se respeta" y "no a la re reelección" fueron las frases más repetidas.



“Basta de inseguridad en Morón” se leía en un pasacalle colgado frente a la Municipalidad. La céntrica plaza San Martín fue el lugar elegido por unas mil personas que decidieron sumarse a la protesta con reclamos heterogéneos. “No somos golpistas, amamos nuestro país”, afirmaba otro cartel. La gente dio una vuelta alrededor de la plaza, rodeó el monumento al General San Martín y respetó a rajatabla la prohibición de pisar el césped, distribuyéndose prolijamente sin ocupar los canteros.



La potencia de la protesta fue menor en la zona Sur, donde las concentraciones no resultaron tan numerosas. Allí, el punto más elevado en cantidad y vigor se dio en la Plaza Grigera de Lomas de Zamora, con una convocatoria muy superior a la del cacerolazo del 13 de septiembre. En Avellaneda, los manifestantes se reunieron en la Plaza Alsina y luego cortaron la avenida Mitre. Además, muchos optaron por atravesar el puente Pueyrredón y sumarse a los reclamos en el Obelisco.



Con la Catedral y la plaza San Martín como testigos, cerca de dos mil personas se juntaron para colmar las cuatro esquinas de Rivadavia y Mitre en pleno centro de Quilmes, con el reclamo de mayor seguridad como lema principal y el acompañamiento sonoro de las bocinas de los automovilistas que pasaban por el lugar.

“Vine porque estoy harto de todo. Quiero un cambio”, exigió Carlos Ramos, uno de los más de 500 vecinos de Lanús que se manifestaron frente al palacio comunal. En uno de los distritos más golpeados en el último tiempo por los delitos violentos, la seguridad fue el reclamo más importante.