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20 de abril de 2024
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El ministro de Trabajo y un grosero blooper
Carlos Tomada encabezó la inauguración de una muestra automotriz. Al salir un cronista le hizo una pregunta y, sin saber que estaba al aire, respondió: "A quién carajo le importa"
14 de noviembre de 2012
Por aquello de "en boca cerrada no entran moscas", el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, debe estar arrepentido de no haber sabido llamarse a silencio, aunque más preocupante es lo que piensa de un sector clave de la industria.

Es que Tomada cometió un blooper cuando un cronista radial le preguntó por la actualidad de la industria automotriz y pensando que no estaba "al aire" o que el movilero en verdad pretendía abordar otros temas, el funcionario respondió: "A quién carajo le importa". El incidente se produjo cuando el ministro acababa de inaugurar el Encuentro de Líderes de la Industria Automotriz 2012, en uno de los pabellones del Predio Ferial La Rural del barrio porteño de Palermo y fue consultado por un periodista de radio La Red.

El cronista se acercó al ministro con su teléfono encendido y mientras se encontraba "al aire", para preguntarle si podía hacer "un balance de cómo está la industria automotriz". Tomada vaciló y contestó, con una voz apenas audible: "A quién carajo le importa", pero de inmediato accedió a una respuesta "oficial", más acorde al evento en el que estaba participando: "Dale... bueno, creo que ha sido una posibilidad de repasar el estado de una industria que creo que es una de las más estratégicas hoy en nuestro país".

Desde el ministerio de Trabajo justificaron el fallido de Tomada al sostener que, en realidad, el funcionario hizo ese comentario con ironía, como un modo de señalarle al periodista que no le interesaba su opinión sobre la industria automotriz sino "romper el hielo" para luego pasar a temas de la coyuntura política.