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25 de abril de 2024
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En shock en El Calafate, Cristina todavía no habló
La presidenta no podía creer lo que veía por televisión y hasta habría sugerido que buscaban darle un golpe. Mandó a sus funcionarios a denunciar a Moyano, Micheli y Barrionuevo
21 de diciembre de 2012
Aferrada a El Calafate, y sin poder creer las imágenes tan similares al 2001 que le devolvían las pantallas de televisión, la presidenta Cristina Fernández pareció haber ingresado hoy en estado de shock y no se le escuchó palabra alguna durante los graves episodios de violencia que vienen ocurriendo desde el jueves.

Llamó la atención que la mandataria, tan proclive a la cadena nacional, evitara pronunciar palabra alguna cuando se sumaban los muertos, los detenidos y los disturbios en las principales ciudades de la Argentina.

La verborragia cristinista pareció agotarse ante la realidad que le ponían los miles de marginados en un caldo de cultivo que incluyó también las tensiones políticas entre amplios sectores del sindicalismo y la Casa Rosada.

En lugar de hacerlo Cristina, la cara la tuvieron que poner sus funcionarios. El inexperto jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, enseguida buscó tirar la pelota afuera de la cancha y sostuvo que "hay sectores interesados, marginales" en los hechos de violencia registrados en las últimas horas, y dijo que se denunciado a personas "intentando generar caos, zozobra en la Argentina". Abal Medina manifestó "el repudio más enérgico" del Gobierno ante los saqueos, dijo que se trató de hechos aislados que "intentan frenar la paz social, el gran momento que vive la Argentina" y agregó que la presidenta Cristina Kirchner está informada "permanentemente" en El Calafate.

"Hay sectores interesados, sectores marginales, también vinculados a la política", apuntó el jefe de ministros y mencionó los gremios de "camioneros, gastronómicos", que conduce Luis Barrionuevo, "y de ATE".

Dijo que los arrestados en las últimas horas vinculados a actos de violencia "tendrán que cumplir el proceso que corresponde" y al ser consultado sobre las declaraciones del sindicalista Hugo Moyano, quien negó haber tenido responsabilidad en los incidentes, respondió: "Esperamos que lo pueda demostrar".

Dijo que hay denuncias en Campana sobre la presunta actuación de personal del gremio y también en la provincia de Santa Fe, y agregó: "Cualquiera que no tiene nada que ver, que lo haga explícito y no use estos mecanismos atentatorios contra la República".

El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, aseguró que hay dirigentes del gremio de Camioneros y de la CTA de Pablo Micheli vinculados a los disturbios registrados en Campana y el apagón registrado en Neuquén. "Hay un sector que quiere el caos y teñir de sangre a la Argentina en estas fiestas", denunció el funcionario y agregó que hay dirigentes que "no son capaces de debatir e instalar sus ideas en forma democrática", señaló.

Berni se refirió a una persona identificada como Jorge Villalba, a la que vinculó con la CTA opositora, y a Héctor "El Paraguayo" González, quien -según dijo- sería miembro del gremio que conduce Moyano y líder de la barrabrava de Villa Dálmine.

"Esto es algo organizado, corresponde a cuestiones políticas", sostuvo el funcionario, quien consideró que en los disturbios participaron dirigentes que "nada tienen que ver con los referentes sociales que trabajan todos los días en beneficio de la gente", señaló.

Berni sostuvo que "en Campana, donde se procedió a la detención de más de cien delincuentes, hay nombres y apellidos de barras del Club Villa Dálmine y choferes de la empresa agroquímica que pertenecen al gremio de Camioneros".

El secretario de Seguridad dijo que, en los hechos ocurridos en distintas provincias, "lo único que importaba era entrar a los centros comerciales para llevarse plasmas, LCDs y centros musicales" y sostuvo que lo ocurrido "no es casual ni fortuito" sino que "son estas situaciones que se arman con cuatro, cinco o seis que piensan, planifican y organizan".

Según Berni, "hay muchos que aprovechan el tumulto" y habló de "irresponsables, canallas, que mandan a los chicos al frente", en alusión a la gran cantidad de jóvenes que participaron de los saqueos.

"Esta no es la Argentina no es la del 2001, trabajamos con el ministerio de Desarrollo Social porque sabemos que hay índices de pobreza que hay que superar, pero nada tiene que ver la pobreza con la delincuencia", advirtió.

En este marco, el funcionario planteó que "es una responsabilidad de la sociedad pedirle a los jueces que procedan con la mayor rigurosidad de la ley" sobre los responsables de estos "actos de vandalismo", porque -sostuvo- "esa gente pone en riesgo a la población o termina con la vida y se merecen la mayor rigurosidad de la ley".

Berni juzgó necesario "llevar a la Justicia a los responsables de esta irracionalidad" y consignó que el Poder Ejecutivo trabajará "conjuntamente con la Justicia para aplicar la ley a los responsables de esta irracionalidad".