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19 de abril de 2024
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Inédito diálogo del Papa con periodistas
"He visto que no habéis sido feroces", bromeó Francisco al final de un encuentro muy caluroso con 70 representantes de los medios en el avión que lo llevaba de camino a Brasil
22 de julio de 2013
El papa Francisco mantuvo hoy un inédito e imperdible diálogo con periodistas a bordo del avión que lo trasladó a Río de Janeiro.

Con grandes dosis de humor, se comparó con el profeta Daniel, quien se encontró en la fosa de los leones frente a fieras apaciguadas.

"Vosotros no sois santos de mi devoción", bromeó en respuesta a una periodista mexicana, que hablaba de santidad. "Aquí estoy en medio de los leones", añadió con humor, relataron varios periodistas que compartieron ese momento.

Francisco se disculpó por no haber ofrecido una rueda de prensa, o ni siquiera aceptar un intercambio de preguntas preparadas con anticipación como hacía Benedicto XVI, para decepción de muchos periodistas que habían querido estar presentes en el vuelo a pesar de los asombrosos costos del viaje.

"Es cierto. No doy entrevistas. ¿Por qué? ¡No sé! No puedo, es así. Para mí es un poco difícil de hacer", dijo Francisco.

"Me quedo un poco triste como el profeta Daniel en la fosa de los leones porque ¡he visto que no habéis sido feroces!", ironizó.

El Papa critícó la "cultura del scarto", que en italiano quiere decir "rechazo", "dejado a un lado", "desecho", "abandonado", como ya había hecho en varias ocasiones anteriores en los meses precedentes en el Vaticano.

El pontífice explicó que espera encontrar a los jóvenes de todo el mundo que "no están aislados" sino insertados e involucrados en el "tejido social" como deben estar también las personas mayores, cuya "sabiduría" debe aprovecharse.

No se puede privar a los jóvenes de su "pertenencia" "a una familia, a una cultura, a una fe", señaló.

Francisco brindijo el rosario de un periodista, recibió la pequeña ofrenda de otro, como una bandera brasileña, recibió la solicitud de otro de rezar por su familia, trazando en una ocasión la señal de la cruz sobre su frente. Y terminó casi siempre por un "os pido rezar por mí", que ya se ha convertido en una frase ritual de su pontificado.