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24 de abril de 2024
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"Son salvajes, joden a miles de pasajeros"
Randazzo cargó con mucha dureza contra los trabajadores del Ferrocarril Sarmiento que hicieron un paro por la mañana. El servicio ya funciona
1 de agosto de 2013
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, criticó duramente este jueves el paro "sorpresivo" que realizaron los trabajadores de la línea Sarmiento del ferrocarril y lo calificó de "salvaje, irracional, incomprensible".

Muy enojado, el funcionario dijo que los gremialistas "están jodiendo a miles y miles de pasajeros señores que cobran 20.000 pesos de bolsillo", tras el paro que se mantuvo entre las 5 de la mañana y las 8:30 y perjudicó a muchos usuarios.

"Cuando digo que tenemos problemas de recursos humanos, hablo de esto", y agregó que este paro tuvo relación con los videos difundidos el miércoles en Casa de Gobierno tuvieron relación con esta medida de fuerza.

"No somos estúpidos. Mostramos videos que daban escalofríos la la actitud irresponsable y resulta que hoy nos levantamos con un paro", explicó.

En el mismo tono de enojo, agregó: "Son no más de 150 personas que han recibido el aumento del 23 por ciento como todos los demás y que ganan 20.000 pesos de bolsillo".

Randazzo presentó videos que muestran a conductores durmiendo, leyendo y mirando teléfonos celulares mientras manejan las formaciones. Las grabaciones fueron emitidas inmediatamente antes del anuncio de que se implementarán controles más estrictos a los choferes.

El ministro reveló que los motorman deberán someterse a controles médicos aleatorios sobre alcohol y droga, mediciones de índices de masa corporal y tests de ansiedad. Además, se prohibirá el uso de celulares y se requerirá la renovación anual de los registros.

La respuesta de los gremios no tardó en llegar. El líder de La Fraternidad, Omar Maturano, advirtió que el gobierno nacional pretende "criminalizar" a los trabajadores.

Por su parte, Rubén Sobrero, delegado de la línea Sarmiento, denunció que las medidas anunciadas son "sólo una cortina de humo para esconder diez años de corrupción e ineficiencia en la gestión ferroviaria".