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G-20: Papa pide que "no sean indiferentes"
Francisco envió una carta a Putin donde solicita que se defienda la paz y se evite un ataque militar a Siria. Preocupación del Santo Padre por la crisis
5 de septiembre de 2013
A través de una carta que envió al presidente ruso, Vladimir Putin, el papa Francisco pidió a los líderes que a partir de este jueves se reúnen en la cumbre del G-20 en Rusia, que "no queden indiferentes" ante la guerra civil en Siria y volvió a reclamar que "abandonen cualquier pretensión de una solución militar" en el país.

"A los líderes de los Estados miembros del G-20 les pido que no queden indiferentes ante el drama que vive desde hace tanto tiempo la querida población siria", escribió el papa argentino en la carta.

A partir de los anuncios de posibles ataque contra Siria, el Papa realiza un llamamiento a estos países "para que ayuden a encontrar las vías para superar los diferentes enfrentamientos y abandonen cualquier pretensión de una solución militar".

Francisco consideró que aunque el encuentro del G-20 tiene un carácter principalmente económico, los líderes de estos países no podrán evitar "reflexionar sobre la situación en Medio Oriente y en Siria".

"Desgraciadamente, duele constatar que demasiados intereses han prevalecido desde que comenzó el conflicto en Siria, impidiendo encontrar una solución que evitase la inútil masacre a la que estamos asistiendo", añade el papa en su misiva, en un nuevo llamado al diálogo y consenso.

Jorge Bergoglio instó a los 20 jefes de Estado que se reúnen hoy y mañana en San Petersburgo a "perseguir con coraje y determinación, una solución pacífica mediante el diálogo y la negociación entre las partes involucradas con el apoyo de toda la comunidad internacional".



Asimismo, recordó a los Gobiernos "el deber moral" de favorecer cualquier iniciativa "para promover la asistencia humanitaria de todos aquellos que están sufriendo a causa del conflicto tanto fuera como dentro del país".



"Los conflictos armados crean divisiones profundas, que necesitan muchos años para curarse así como las guerras constituyen el rechazo práctico a comprometerse para ligar las grandes metas económicas y sociales que la comunidad internacional pretende alcanzar como, por ejemplo, los llamados Objetivos del Milenio", afirmó el Papa.