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El 73,6% de la renta rural, al Estado
De cada 100 pesos producidos por una hectárea en diciembre de 2013, 73,6 se transforman en recaudación fiscal o en subsidios
19 de diciembre de 2013
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) advirtió que “cada $100 de renta que produce una hectárea promedio en la Argentina, el Estado percibe $73,60, que se transforman en recaudación fiscal efectiva o en subsidios a otras actividades de la cadena al disminuir el precio de venta de los productos agrícolas”. “Este número surge del Índice FADA de participación del Estado en la renta agrícola para el mes de diciembre de 2013, que es de 73,6%, medido como la sumatoria de los impuestos nacionales, impuestos provinciales y costos de intervención del mercado, sobre la renta de una hectárea de uso agrícola representativa promedio a nivel nacional”, indica el informe.

FADA señala que “la renta agrícola es el resultado de restar el componente gastos y costos del valor bruto de producción a valores FOB, y se reparte entre la renta de la tierra después de impuestos (16,7%), el resultado después de impuestos de la explotación agrícola (9,7%), los costos de intervención (0,8%), los impuestos provinciales (1,9%) y los impuestos nacionales (70,9%)”.

“Los mayores cambios están dados por la caída de los costos de intervención, un incremento del resultado de explotación producto de mayores precios FOB en dólares y en pesos, y un incremento de los impuestos nacionales por su relación directa con el precio de la producción y el resultado de explotación (utilidad). Por su lado, la renta de la tierra y los impuestos provinciales vieron levemente disminuida su participación por un crecimiento absoluto del valor bruto de producción y de la renta”, añade.

FADA pone el énfasis en la predominancia del Estado sobre la renta agrícola, e incluso “el incremento de su peso en los últimos 7 años”. “Tomando como referencia marzo de 2007, a diciembre de 2013, el Estado se lleva, en pesos, 3,87 veces lo que se llevaba en 2007. Este incremento es superior a la evolución del valor bruto de producción ponderado de los cuatro cultivos considerados, que en el mismo periodo se multiplicó por 3,37″, indica.

Los principales problemas a los que se enfrenta el productor respecto de su relación con el Estado son la rigidez a la baja de impuestos; el ROE y otras trabas a la comercialización, que introducen costos innecesarios y reducen la previsibilidad afectando de manera negativa el área sembrada de cultivos como el maíz y el trigo, indispensables para un sistema sustentable; el bajo nivel de rentabilidad con consecuencias negativas en los niveles de fertilización, en la incorporación de tecnología y en la expansión de la frontera agrícola hacia áreas de menor productividad y mayor riesgo; y los inconvenientes que acarrea la recuperación temporal de la rentabilidad por efecto principal del ritmo de devaluación: riesgos latentes de aceleración de costos a corto y mediano plazo.

FADA explica que para construir su índice considera “los cuatro principales cultivos de Argentina: soja, trigo, maíz y girasol. Para cada uno de ellos, se analiza la estructura de ingresos, costos e impositiva para una hectárea de uso propio con costos de fletes promedio a nivel nacional. Se utilizan los rendimientos nacionales promedio de las últimas cinco campañas y los precios de septiembre de 2013. Estos datos se ponderan con las participaciones de los cultivos en la superficie implantada y, de esta manera, se obtiene la distribución del valor bruto de producción agrícola para una hectárea representativa promedio a nivel nacional. Luego, a partir de ésta, se calcula la distribución de la renta agrícola generada por dicha hectárea”.