Las inseguridad no tiene fin en la Argentina, y mucho menos parece tenerlo en el abandonado conurbano bonaerense, donde la vida no vale ni una moneda.

Un hombre fue asesinado a balazos frente a su familia cuando le intentaron robar su auto en la localidad de Wilde, partido bonaerense de Avellaneda.

Su madre presenció el crimen, sufrió un infarto y debió ser internada.

Ocurrió a las 3:30 frente a una vivienda en Heredia al 5900, cuando Ricardo Blanco, de 36 años y colectivero, llegaba a su casa a bordo de su automóvil Peugeot 207 junto a sus padres y sus hijos de 6 y 3 años.

Al tratar de ingresar a su vivienda, Blanco fue sorprendido por dos delincuentes que habían descendido de otro auto, de marca Renault, y, al resistirse al robo, fue baleado. Blanco fue llevado por su padre al hospital local Presidente Perón, donde murió a los pocos minutos.

Los delincuentes escaparon sin concretar el robo del Peugeot, en el cual quedaron "varios impactos de armas de fuego", se precisó. La madre de la víctima, testigo del homicidio, sufrió un infarto y debió ser trasladada al hospital de Wilde, donde esta mañana permanecía internada en terapia intensiva.