Nuevamente el ministro Axel Kicillof volvió a defender al Vicepresidente y antecesor en su cargo, y esta vez se centró en aspectos técnicos vinculados a una de las principales pruebas que tiene el juez federal Ariel Lijo contra Amado Boudou: la nota en la que el funcionario aconsejó a la AFIP darle un plan de salvataje a la imprenta de papeles de seguridad.

"No le quepa ninguna duda que si está en juego el quiebre de Siderar, o de Techint, porque no puede pagar una deuda impositiva, yo me interesaría de oficio. Porque es un lío. Lo mismo con CVS (ex Ciccone); es de las poquísimas imprentas con tecnología para imprimir billetes", aseguró el titular del Palacio de Hacienda.

La nota en la que Boudou recomienda facilitar un plan de pagos para la ex Ciccone es uno de los principales indicios que tiene el juez para sospechar que el Vicepresidente tuvo un especial interés en la situación financiera de la compañía encargada de imprimir billetes. Kicillof aseguró la posibilidad de que quiebre una empresa con estas capacidades "debería ser una preocupación del Estado". "Y por eso terminó estatizándose", resaltó.

El funcionario indicó que el Gobierno se interesa cada vez que hay un problema con una empresa -"no por sus dueños, sino por el papel que juega", aclaró-. Y a modo de ejemplo aseguró que actualmente hay un monitoreo continuo sobre las compañía del sector automotriz.

El miércoles, el Gobierno anunció un acuerdo con Brasil para equilibrar la balanza comercial y aumentar la demanda de vehículos producidos en la Argentina. Con este entendimiento, el Poder Ejecutivo aspira a frenar las suspensiones y los despidos en la compañía del sector. Según explicó el ministro, ahora intentarán intervenir el mercado interno para bajar los precios y lograr reactivar el consumo en la Argentina.