Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
29 de marzo de 2024
Seguinos en
Hollande habló de "terrorismo de guerra"
Pidió aplicar "medidas de excepción" tras los sangrientos atentados yihadistas en París y anunció más bombardeos contra Estados Islámico
16 de noviembre de 2015
En un clima de alta tensión, el presidente François Hollande reclamó medidas de excepción "contra el terrorismo de guerra" tras los sangrientos atentados yihadistas de París, y anunció una intensificación de bombardeos contra el grupo Estado Islámico en Siria.

En paralelo, la investigación sobre estos atentados que provocaron 129 muertos y 352 heridos se acelera, echando luz sobre ramificaciones internacionales, y con la búsqueda de un yihadista belga, Abdelhamid Abaaoud, sospechoso de haber sido el "inspirador" de los mismos.

En un discurso ante los legisladores reunidos excepcionalmente en Congreso en Versalles, al oeste de París, Hollande pidió una prórroga por 30 días del estado de emergencia vigente desde el sábado y una reforma constitucional que permita a Francia hacer frente a las nuevas amenazas internas.

Al estado de emergencia, que permite allanamientos a cualquier hora, Hollande pidió sumar medidas para despojar de la nacionalidad francesa a los binacionales condenados por "actos de terrorismo", aunque hayan nacido en Francia.

También preconizó medidas de expulsión expeditas para los extranjeros que constituyan una amenaza y para impedir a los binacionales regresar a Francia si representa un "riesgo terrorista".

El portaaviones "Charles de Gaulle" zarpará el jueves con destino al Mediterráneo oriental, lo cual triplicará la capacidad bélica de Francia. "No habrá ni tregua ni respiro", advirtió Hollande.

Dos días después del drama, aviones franceses lanzaron el domingo 20 bombas en Raqa (norte de Siria), bastión del EI, que reivindicó los atentados. Destruyeron un campo de entrenamiento y depósitos de armas, según las autoridades francesas.

El Pentágono anunció que la coalición antiyihadista, liderada por Estados Unidos y en la que participa Francia, destruyó 116 camiones cisterna del EI, también conocido por su acrónimo Dáesh.

En el frente diplomático, Hollande dijo que solicitará una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para adoptar una resolución que manifieste la "voluntad común de luchar contra el terrorismo".

Adelantó, además, que en los próximos días se reunirá por separado con Barack Obama y Vladimir Putin para planificar una estrategia y formar una "gran y única coalición" contra el Estado Islámico.

A su vez, el secretario de Estado norteamericano John Kerry llegó este lunes por la noche a París, donde el martes se reunirá con Hollande para "reafirmar el compromiso de Estados Unidos con su fuerte relación respecto a Francia".

"En Siria, buscamos incansablemente una solución política (...) pero nuestro enemigo es Dáesh", organización que "ya no se trata de contener, sino de destruir" dijo Hollande, que fue aplaudido en pie por los legisladores, que luego entonaron la Marsellesa al unísono.

Según Hollande, los atentados que dejaron al menos 129 muertos de 19 nacionalidades y 350 heridos, fueron "decididos y planificados en Siria, preparados y organizados en Bélgica y perpetrados en nuestro suelo con complicidades francesas".

La mayoría de sus autores tenían nacionalidad francesa y prepararon su letal operativo desde Bélgica.

Al mediodía, Francia se paralizó para un emotivo minuto de silencio en homenaje a las víctimas de la tragedia, en su mayoría jóvenes activos y cosmopolitas que asistían a un concierto de rock en la sala Le Bataclan. Numerosas ciudades en todo el mundo se solidarizaron con esta iniciativa.

A nivel interno, Francia siguió reforzando su dispositivo de seguridad con el despliegue adicional de 3.000 soldados en todo el territorio, o sea unos 10.000 en total contando los movilizados desde los atentados de enero contra la revista satírica Charlie Hebdo y un supermercado judío.

"Sabemos que hay operaciones" que "se preparan, no sólo contra Francia, sino también contra otros países europeos", advirtió el lunes el primer ministro Manuel Valls, que aconsejó "prudencia y vigilancia" a la población.

Las fuerzas del orden detuvieron a 23 personas, pusieron a 104 bajo arresto domiciliario y se incautaron de 31 armas de fuego, cuatro de ellas "de guerra", anunció el ministro del Interior Bernard Cazeneuve.

Simultáneamente, la policía belga lanzó una operación en el barrio popular de Molenbeeck, en Bruselas, considerado un bastión del yihadismo y desde donde se sospecha que operaron los autores de los ataques.

La operación terminó sin detenciones, informó la fiscalía a la AFP.

Buscaban a Salah Abdeslam, hermano de Brahim Abdeslam, uno de los kamikazes identificados, sobre el que pesa una orden de detención internacional.