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29 de marzo de 2024
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Alemania crece a pesar del mundo
En medio de la crisis, la productividad germana, gobernada por Merkel (foto), le permitió alcanzar su mayor crecimiento en 4 años: 1,7% en 2015
15 de enero de 2016
Alemania aumenta cada vez más sus niveles de productividad y eso se traduce en resultados.

A pesar de que afrontó numerosos desafíos políticos y financieros en 2015, ninguno logró frenar su economía: la "locomotora europea" sorteó todos los riesgos y cerró el año con un sólido crecimiento del 1,7%, el mayor en cuatro años.

Los datos presentados ayer por la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis) indican que, sobre todo, el impulso del consumo privado ayudó a la economía alemana a superar los sacudones derivados de la crisis griega, la ola de refugiados, la tensión con Rusia por Ucrania o el drama del terrorismo internacional.

"El principal motor fue el consumo", confirmó el presidente de Destatis, Dieter Sarreither. El comercio exterior, durante años el gran pilar de crecimiento para uno de los mayores exportadores del mundo, tuvo en cambio un aporte reducido al producto bruto interno (PBI) en 2015.

Alemania no crecía tanto desde 2011, cuando su economía se expandió un 3,7% por el efecto rebote tras la crisis internacional de 2008. El mejor dato desde entonces se había registrado en 2014, con un 1,6 por ciento.

La buena marcha de la mayor economía europea en 2015 se nutrió sobre todo de un aumento del 1,9% en el gasto privado. El fenómeno tiene su explicación: la caída de los precios de la energía, el euro barato y los tipos de interés de la zona euro, situados en mínimos históricos, estimularon el gasto y redujeron el ahorro.

Otro factor dio seguridad a los consumidores y fomentó el consumo: el boom laboral. Alemania cerró 2015 con un récord de más de 43 millones de personas con empleo, "el mejor dato desde la reunificación" del país, en 1990, definió Sarreither.

También el Estado tuvo que aumentar sus gastos el año pasado, en parte para organizar la acogida de los cerca de 1,1 millones de solicitantes de asilo que llegaron a Alemania en 2015 de países como Siria, Afganistán o Irak. Varios analistas apuntaron que la crisis de los refugiados derivó así en una suerte de paquete de estímulo a la economía.

Superávit fiscal

Los técnicos en estadísticas confirmaron ayer otra información que refleja la buena marcha de las cuentas alemanas: el Estado cerró el año con un superávit del 0,5% del PBI. Es el segundo año consecutivo con más ingresos que gastos, después del superávit del 0,3% de 2014.

¿Mantendrá la economía alemana el mismo ritmo en 2016? Las previsiones de los analistas oscilan fuertemente entre quienes esperan un crecimiento superior al 2% para este año y quienes lo ubican por debajo del 1%.

Los análisis sí coinciden en que el gasto público y privado seguirá funcionando como el primer combustible de la locomotora europea. La inflación reducida y los tipos de interés en mínimos contribuirán al consumo.

Además, el petróleo barato y la baja cotización del euro ayudarán también a mantener en buen nivel las exportaciones.

También los riesgos parecen claros para los comentaristas. El enfriamiento de la economía china, la amenaza terrorista o las incertidumbres derivadas de tensiones internacionales, como la que se vive en Medio Oriente, figuraron entre los más comentados.

Más allá de los diversos frentes internacionales, en Alemania preocupan sobre todo la situación en Europa y su capacidad para hacer frente a la afluencia de inmigrantes y a los desplazamientos internos de mano de obra.

"Estamos recibiendo una afluencia incontrolable de refugiados. Tenemos que pensar cómo podemos integrarlos y gestionar ese flujo", alertó Ulrich Grillo, presidente de la Unión Industrial Alemana, durante un foro económico convocado por el diario Die Welt.

Fue la opinión dominante en el encuentro, al que asistieron los principales referentes de la industria y la economía del país.

"Alemania puede beneficiarse a largo plazo de la actual ola inmigratoria -opinó el copresidente del Deutsche Bank, John Cryan-. Pero dependerá de que logremos integrar bien a quienes llegan".