Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
19 de abril de 2024
Seguinos en
El massismo y los K juntos, una pesadilla para Macri y un 2017 complicado
Sumando algunos aliados en el Congreso podrían manejar ambas cámaras e imponer proyectos resistidos por el Gobierno, como el que recibió media sanción sobre Ganancias
7 de diciembre de 2016
El Gobierno de Mauricio Macri podría verse muy complicado a lo largo de 2017 si prosperan alianzas entre el massismo y el kirchnerismo como la que posibilitó darle media sanción a un proyecto de Ganancias que el oficialismo hubiese preferido votar con varios cambios.
Esa alianza por ahora incipiente encierra el objetivo de limitar las posibilidades electorales del macrismo y, tras las legislativas del año próximo, dirimir una candidatura peronista para retomar el poder en 2019.

El peronismo fuera del poder es como una animal enjaulado y hasta que no lo recupera puede cometer todo tipo de operaciones políticas, algunas controversiales.

Es que tras unificar la propuesta con casi toda la oposición, los circunstanciales aliados lograron darle media sanción en Diputados a un proyecto que pegará en la línea de flotación de las cuentas públicas.

Elevan el mínimo no imponible en un 36% y amplían las escalas del impuesto. Además, hubo un acuerdo entre Máximo K, Massa y Bossio para no salir en la foto.

El proyecto unificado de la oposición obtuvo media sanción con 140 votos a favor, 86 en contra y 7 abstenciones. Pasa ahora al Senado, donde será tratado en la sesión del martes 13. En lo que fue una dura derrota para el Gobierno en Diputados, el paso anterior fue el rechazo al dictamen de Cambiemos, considerado en primer término por haber sido el de mayoría. La oposición lo tumbó por 144 a 88, un anticipo de lo que venía después.

El cierre intempestivo del debate se dio cuando la oposición se percató de que el oficialismo buscaba prolongarlo ampliando la lista de oradores, mientras desde la Casa Rosada se “presionaba” a los gobernadores de la oposición, según sostuvo la massista Graciela Camaño, al presentar la moción de orden para dar por terminada la discusión y pasar a votar.

“¡Durante 12 años no tocaron las escalas, vinieron a hacer esta fantochada, son demagogos que robaron el país. Y no nos dejan hablar!”, clamó la macrista Silvia Lospenatto en el final caliente. Aunque el debate se esperaba hasta la madrugada, todo se terminó de abrochar en pocas horas, tras el tratamiento de la emergencia social, en la sesión que había arrancado cerca del mediodía. El acuerdo lo hicieron el Frente Renovador de Sergio Massa, que junto al peronismo no K y el Frente Amplio Progresista (socialistas, Libres del Sur) empujaban uno de los dictámenes, y el Frente para la Victoria, autor de otro (había un tercer dictamen del Frente de Izquierda).

El oficialismo esperó apoyo de gobernadores, pero no lo consiguió. Plantados en su proyecto, sin querer incorporar impuestos salvo un fuerte gravamen al juego, Cambiemos no tendió puentes con el massismo y el peronismo, sus habituales interlocutores. Anteanoche en Tigre, donde estuvo reunido con los suyos hasta tarde, Massa habilitó a avanzar con el resto de la oposición. Casi el único camino para que no cayera el tratamiento de Ganancias este año, porque ni oficialismo ni la oposición por separado tenían los votos.

Según el proyecto aprobado, el aguinaldo no paga más Ganancias, ni las horas extra. El mínimo no imponible se eleva 36% desde 2017: será de $33.500 para los solteros y $44 mil para el casado con dos hijos, tomando sueldos brutos. Y habría actualización automática según la variación salarial. El Gobierno proponía subir el piso sólo un 15 %. También se amplían las escalas (con alícuotas del 2 al 35%). Se estima que 1 millón de trabajadores seguirán alcanzados por Ganancias (hoy son 2 millones). Según Lavagna el costo fiscal es $ 65 mil millones; $ 27 mil millones figuran en el Presupuesto y el resto serán recuperados con nuevos impuestos. El proyecto dispone un gravamen a las tragamonedas y las apuestas online, para recaudar unos $ 2.700 millones (el del Gobierno iba por más, $ 5.700 millones).

Pero tiene puntos difíciles de digerir para la Casa Rosada: reinstaura retenciones a las mineras (para recaudar $5 mil millones); y grava la renta financiera en plazos fijos de más de $1,5 millón y 15% al dólar futuro. Los topes del monotributo que el Gobierno quería aumentar 50%, suben 100% en la iniciativa opositora.

Hubo una reunión clave a mediodía en el despacho del jefe del bloque Justicialista, Oscar Romero, y la oposición anunció por la tarde el acuerdo en conferencia de prensa. Estuvieron los jefes de bloques y referentes de las bancadas: Héctor Recalde y Axel Kicillof (FpV); Graciela Camaño, Marco Lavagna y Facundo Moyano (FR); Romero y Sergio Ziliotto (BJ); Alicia Ciciliani (socialistas); Victoria Donda (Libres del Sur); Leonardo Grosso (Movimiento Evita) y Alcira Argumedo (Proyecto Sur), entre otros.

Había frustración en Cambiemos. “¡El kirchnerismo y el massismo se vuelven a reunir para tratar de destruir la economía” bramó el macrista Eduardo Amadeo. Se oyó hablar de veto presidencial, pero antes, de la barrera que impondrían los senadores cuando el proyecto llegue a esa cámara el próximo martes. Luciano Laspina, informante del proyecto oficialista, habló de un acuerdo opositor “entre bambalinas”, que calificó de “un acto de irresponsabilidad”. Y calificó la propuesta de “regresiva”.

Kicillof recordó que anular Ganancias fue una promesa de Mauricio Macri. Y el Frente de Izquierda, a través de Néstor Pitrola, se mantuvo en su dictamen: abolir Ganancias en salarios de convenio y jubilaciones.

El acuerdo entre los opositores fue doble: en el texto y en que nadie pudiera capitalizarlo. Por eso, en la conferencia de prensa en que se anunció el acuerdo estuvieron ausentes sus figuras más conocidas: Sergio Massa (del Frente Renovador), Diego Bossio (del bloque Justicialista) y Máximo Kirchner (FpV).