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25 de abril de 2024
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Se vota en todo el país, pero la clave es la Provincia de Buenos Aires
En el distrito más poblado de la Argentina se pelea la "madre de todas las batallas". Allí, Cristina necesita ganar aunque sea por un voto para tener sobrevida política. Y Cambiemos, derrotarla a través de Bullrich, para darle un cierre al ciclo kirchnerista
22 de octubre de 2017
Con la mirada puesta en la provincia de Buenos Aires, la Argentina vota en elecciones de medio término para elegir 127 diputados y 24 senadores.

El Gobierno de Mauricio Macri buscará aumentar su presencia en el Congreso y consolidarse como primera fuerza política del país, con la mira en los comicios de 2019.

Pero todas las miradas apuntarán al resultado en la provincia de Buenos Aires, donde un voto más o menos puede representar darle aire a Cristina Ferández para intentar volver en el 2019 o tal sepultar en forma definitiva el kirchnerismo para dar lugar a la definición de un nuevo liderazgo peronista.

El conurbano, una de las zonas más pobres del país y de gran tradición peronista, será otra vez decisivo en esta elección.

Son 33.193.686 los ciudadanos habilitados para votar, en 98.087 urnas distribuidas en los 24 distritos, ocho de los cuales elegirán a sus representantes para ambas Cámaras.

El oficialismo mantiene firme la expectativa de superar el 35,9 por ciento que obtuvo en las PASO a nivel nacional para transitar el camino de reformas estructurales pendientes en materia laboral, previsional e impositiva y, además, posicionarse en punta de cara a las presidenciales.

Además, el Gobierno se tiene fe en la pulseada con la expresidenta Cristina Kirchner en Buenos Aires, el distrito de más arrastre electoral, que le permitirá convalidar su discurso de "cambio" contra "pasado".

Un resultado similar o superior al de las PASO dejaría al frente Cambiemos en una posición de comodidad de cara a los próximos dos años de mandato, con un número mayor de representantes en el Congreso, más allá de que no consiga ser mayoría.

El pasado 13 de agosto, el oficialismo se impuso en diez distritos, con victorias sorpresivas como en San Luis, donde desbancó a los hermanos Rodríguez Saá.

Cambiemos espera reeditar las victorias en Jujuy, Corrientes, Entre Ríos, la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, San Luis, Mendoza, La Pampa, Neuquén y Santa Cruz, y sumar triunfos en Buenos Aires y en Santa Fe, donde en las PASO se impuso el peronismo, pero hay optimismo de dar vuelta el resultado.

"El domingo va a ser un día de fiesta. Vamos a tener una nueva oportunidad de decir cuán convencidos estamos", subrayó el Presidente el martes último al cerrar la campaña porteña de Vamos Juntos en el microestadio de Ferrocarril Oeste.

Macri tenía previsto participar de otros actos antes de la veda, entre ellos el cierre bonaerense con María Eugenia Vidal, pero la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado en el río Chubut derivó en la suspensión de las actividades proselitistas de todos los partidos.

En la campaña de cara a las legislativas, el Gobierno mantuvo su discurso de ratificación del "cambio" en el marco del plan de polarización con el kirchnerismo, similar a las PASO, mientras que los ajustes en la estrategia se evidenciaron en el espacio liderado por Cristina Kirchner.

La candidata a senadora nacional de Unidad Ciudadana modificó su táctica electoral en relación a las primarias, y se la pudo observar acompañada de intendentes y en actos multitudinarios con impronta peronista, además de incorporar la novedad de dar entrevistas a varios medios de comunicación.

Por su parte, Sergio Massa concentró sus esfuerzos en intentar romper con la polarización, mientras que en la campaña de Florencio Randazzo se admitió la derrota y apostó a destacar su "convicción" de mantener la palabra empeñada.

En el Congreso, en tanto, el oficialismo espera crecer, ya que de mantenerse los resultados de las PASO superará su número actual de legisladores tanto en Diputados como en el Senado.

En la Cámara alta, el actual bloque PJ-FPV perdería su liderazgo -se dividiría entre los peronistas que responden a los gobernadores y el kirchnerismo- y podría disputarse el título de primera fuerza con Cambiemos, que tendría unas 25 bancas en total.

En Diputados, en tanto, los actuales 86 integrantes del interbloque oficialista podrían llegar a 110, de acuerdo a las proyecciones más optimistas.

Según los principales referentes de ambas Cámaras, lo que se viene en el Parlamento es una etapa de mayor búsqueda de consensos, aunque una victoria nacional servirá para que el oficialismo tenga un margen de movilidad más holgado.

En tanto, todas las fiscalías electorales del país dispusieron una guardia para atender en forma personal o telefónica las denuncias ante cualquier inconveniente.

Según estableció el fiscal nacional electoral Jorge Di Lello, el objetivo es "velar siempre por la transparencia del acto electoral, sumado a la conveniencia de brindar información que facilite la concurrencia de los ciudadanos a los lugares de votación".