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19 de marzo de 2024
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El terrible final de pasajeros del helicóptero en Nueva York
La joven argentina y otro pasajero se ahogaron a 15 metros de profundidad. Otro tres sobrevivieron pero fallecieron a las pocas horas por el frío del agua helada. Sólo sobrevivió el piloto
12 de marzo de 2018
Carla Vallejos, la joven argentina licenciada en Publicidad que murió al caer un helicóptero turístico en el East River de Nueva York tuvo un horrible final. Se ahogó dentro de la aeronave a unos 15 metros de profundidad, junto a otro joven.

Otros tres lograron ser rescatados pero tragaron tanta agua helada que sus cuerpos colapsaron a las pocas horas. Sólo el piloto se salvó en el vuelo fatídico cuya caída quedó filmada para la historia.
El vuelo despegó al atardecer y los pasajeros desbordaban en expectativas por fotografiar los paisajes de rascacielos de vidrio y acero en una nevada Manhattan.

La temperatura apenas alcanzaba los 3 grados y las 6 personas a bordo vestían camperas abrigadas y algunos gorros. Era una excursión que muchos sueñan cuando visitan Nueva York: volar en un helicóptero de puertas abiertas para retratar el icónico skyline de la isla cuando cae el sol.

Uno de los pasajeros captó el momento del despegue, con el pulgar en alto, todos sonrientes por la aventura que iba a venir y subió ese video a Instagram. Pero el viaje apenas duró unos minutos porque la aeronave cayó poco después en el helado East River y todos, salvo el piloto, murieron. Una de las víctimas fatales es una publicista argentina de 28 años.

“Los 5 murieron ahogados”, dijo el funcionario, que agregó que este caso reavivará la seguridad en este tipo de excursiones. “Es tan incomprensible que mueran 5 pasajeros y el único que pueda salvarse sea el piloto”, dijo Estremé. Los turistas viajaban sujetos por un arnés -que les permite asomarse para sacar fotos, ya que se viaja con las puertas abiertas- y fueron encontrados por los buzos atados a 15 metros de profundidad.
Carla estaba desde hace una semana de vacaciones y había decidido hacer un tour en helicóptero especializado en fotografía. Los vuelos en estas aeronaves son cada vez más frecuentes en el bajo Manhattan y ofrecen paseos segmentados según los intereses de los pasajeros.

El helicóptero se estrelló pocos minutos antes de las 7 de la tarde del domingo (las 20 de Argentina), a la altura de la calle 86 y fue filmado por un transeúnte que paseaba a la vera del río. Según trascendió, el piloto habría dicho que una de las maletas habría golpeado accidentalmente la válvula del cierre de combustible.

Pasadas algunas horas, y sin tener noticias de Carla, la amiga comenzó a preocuparse porque no le contestaba las llamadas telefónicas. Es así que por la noche se comunicó con el consulado para intentar averiguar el paradero. “Se preocupó porque habían quedado en encontrarse para ir al Rockefeller center. Se puso en contacto con nosotros porque no respondía”, explicó Amirantearena, vicecónsul argentino en Nueva York.

Desde el consulado, se pusieron en contacto con la empresa de helicópteros, con la policía y los hospitales. Cerca de las 2 de la madrugada del lunes, se confirmó que Carla estaba entre las víctimas. El cónsul Estremé se comunicó con sus familiares para darles la noticia. Este consulado ya había tenido que pasar por ese duro trance el año pasado, cuando cinco amigos argentinos que paseaban por la ciudad murieron en un atentado. No se saben aún las causas de la tragedia. El piloto pidió auxilio por problemas de motor antes de caer en las aguas del río neoyorquino. Las grabaciones muestran que el piloto gritó “Mayday, mayday, mayday!” mientras la nave se desplomaba el domingo por la noche.

Luego exclamó “Falla de motor - East River” y dio como referencia un hotel. El operador en la base de control tuvo problemas para entender lo que decía el piloto. La Junta Nacional para la Seguridad en el Transporte envió investigadores el lunes al lugar del incidente. Algunos rumores indicaban que algún bulto o maleta en el interior del helicóptero, un Eurocopter AS350, se había movido y activado una válvula de cierre del combustible. El piloto, Richard Vance, de 33 años, fue rescatado por un remolcador. Los buzos de los cuerpos de rescate tuvieron que zafar a los pasajeros de los cinturones de seguridad mientras estaban boca abajo. “Le tomó a los buzos bastante tiempo sacar a esa gente, a pesar de trataron de hacerlo lo más rápido posible”, dijo el comandante de los bomberos Daniel Nigro.

Además de la argentina, entre los fallecidos figuran también el bombero de Texas Brian McDaniel, de 26 años, y el videoperiodista Trevor Cadigan, de 26, proveniente de Dallas pero que había trabajado recientemente en Nueva York.

El fue quien subió el video de los últimos instantes antes del accidente. Además viajaban Tristan Hill, de 29, y Daniel Thomson, de 34, este último un empleado de la compañía de helicópteros.

Según contó a The New York Post un pasajero recibió una charla sobre seguridad con los pasajeros que luego fallecieron (el abordó otro vuelo en esa empresa, una subsidiaria de Liberty que se llama FlyNYON), dijo que la compañía ofrece a sus clientes un video donde les explican cómo deshacerse del arnés en caso de accidente. Son amarres especiales que van sujetos al piso. Eric Adams, un fotógrafo especializado en tomas aéreas, dijo que en ese breve curso señalaba que se debía cortar las cintas con un cuchillo oculto en una parte del arnés. Pero que nunca le mostraron realmente dónde estaba ese cuchillo. Dijo, además, que era muy difícil desajustar el cinturón porque la hebilla estaba en la espalda.

En Nueva York es habitual ver volar helicópteros, si bien los vuelos turísticos solo están autorizados sobre el río Hudson, entre Manhattan y Nueva Jersey. Sin embargo, hay vuelos chárter también al aeropuerto John F. Kennedy o en dirección a Long Island, que viajan sobre la parte este de Manhattan, sobre el East River. Además también hay helicópteros de la Policía, los Bomberos y las cadenas de noticias. Las tragedias con estas aeronaves no son nuevas y revivió el debate sobre estos vuelos turísticos donde viaja gente sin experiencia. En 2009, un helicóptero turístico de ese mismo modelo y operado por esa misma compañía chocó contra una avioneta privada sobre el río Hudson, y murieron nueve personas, incluidas varios turistas italianos. En octubre del 2011 un helicóptero se estrelló en el East River y mató a tres. Otro cayó en el Hudson en 2007 sin causar víctimas.