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19 de abril de 2024
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"Eran aprietes y coimas" dijo el ex director de Isolux
Apuntó así a los actos de corrupción del régimen kirchnerista. "Hablar de campaña era un eufemismo; eran aprietes, coimas", dijo el primer arrepentido en la causa de los cuadernos
16 de agosto de 2018
La corrupción kirchnerista queda cada vez más al desnudo.

"Hablar de campaña era un eufemismo, eran aprietes, coimas", dijo ante el fiscal Carlos Stornelli el empresario Juan Carlos De Goycoechea, ex director de Isolux Corsán SA, la firma española a la que el gobierno kirchnerista le adjudicó la inconclusa Usina de carbón de Río Turbio.

Así, se corrió del planteo de los "aportes de campaña" que fue la primera versión sobre su declaración indagatoria inicial que lo convirtió en "imputado colaborador".

Acusó a Roberto Baratta de "imponer proveedores" y nombró dos firmas: una sería de un amigo de Julio De Vido y otra cuya apoderada es Romina Mercado (hija de Alicia Kirchner). Además, sostuvo ante el fiscal que el Gobierno lo presionó "para inaugurar la obra sin terminar para la campaña de Cristina Kirchner".

La Usina Térmica de Río Turbio volvió a resonar en la Justicia. La promesa energética del Gobierno anterior respecto a generar 240 Mw en esa planta, fue la obra que unió a Isolux Corsán y a la gestión kirchnerista, y que ahora los encuentra enfrentados en la causa de los cuadernos de la corrupción. Cuando Isolux quedó como adjudicataria para la construcción de la Usina, cobró el primer certificado de obra. "Después de eso Baratta empezó a exigir que para liberar los próximos teníamos que pagar", indicó De Goycochea ante Stornelli. Los pagos eran de 300.000 dólares cada uno y podían ser trimestrales.

Este jueves el empresario volvió a declarar ante el fiscal Stornelli. "Hablar de aportes de campaña era un eufemismo, nos apretaban, eran coimas", dijo, y así admitió que lo que Isolux pagó al gobierno de Cristina Kirchner "no fueron contribuciones para las elecciones, nos apretaban". Al momento de señalar un responsable, volvió a apuntar contra Baratta. "Él era el principal responsable de los aprietes y el primero fue el mayor de todos, cuando recién teníamos que arrancar la obra". Pero además, también indicó que intervinieron para cobrar los sobornos Nelson Lazarte y Ezequiel García, ambos subalternos del ex secretario Coordinador del Ministerio de Planificación.

Las cifras adjudicadas por la Justicia al ex director regional de Isolux en la Argentina, son superiores. El fiscal y el juez Bonadio los acusan como partícipe necesario de la asociación ilícita que "comandó Néstor y Cristina Kirchner", al haber pagado sobornos por 12,8 millones de dólares. Dicho monto fue desmentido por De Goycoechea, quien dijo que "las cifras y fechas no coinciden, eran tres pagos anuales de 300.000 dólares cada uno", repitió ante la fiscalía de Stornelli. Los "aprietes de Baratta" no eran sólo para que paguemos sino para imponernos proveedores". Cuando se le consultó qué firmas proveedoras sobresalían en el listado del ex funcionario K, De Goycochea mencionó a Termipol "una firma de un amigo y vecino de Julio De Vido en Zárate" y Fainser, una empresa cuya apoderada era Romina Mercado -hija de Alicia Kirchner-.

Esta última firma es investigada por otro juez, Luis Rodríguez, ya que se le otorgó una obra para la pavimentación de un camino, presupuestada en 500 millones de pesos, financiada por el extinto ministerio de Planificación. La pavimentación nunca se realizó y la empresa Fainser SA cobró un anticipo de obra de 50 millones de pesos. Para explicar cómo era el sistema de pago y cobro de los sobornos, el empresario contó que Isolux utilizó al menos diez financieras "con las que se iba rotando".

Entonces la empresa realizaba "transferencias a las financieras, después se hablaba con Baratta por teléfono y se acordaba la cifra. Después iba a la financiera a retirar el dinero y de ahí me encontraba con Baratta", dijo el ex director de la compañía española.