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26 de abril de 2024
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Alberto Fernández en el Grupo de Puebla: "Vamos a poner de pie a América Latina"
Lo afirmó al inaugurar en Buenos Aires el encuentro de líderes latinoamericanos, que delibera bajo el lema "el cambio es el progresismo". Elogió a Lula Da Silva y defendió a Evo Morales
9 de noviembre de 2019
En medio de los nuevos vientos políticos y sociales que recorren América Latina, el presidente electo, Alberto Fernández, prometió trabajar para "poner de pie a América Latina"; al inaugurar el encuentro del Grupo de Puebla, que busca ser un contrapeso al "Grupo de Lima", de tendencia neoliberal.

Con elogios a Lula Da Silva tras su liberación en Brasil, Fernández defendió al mandatario boliviano Evo Morales.

Durante este fin de semana, el segundo encuentro internacional del Grupo de Puebla deliberará en Buenos Aires conducido por unos 30 líderes latinoamericanos.

En las siete sesiones de trabajo está prevista la participación del ex candidato presidencial chileno Marco Enríquez-Ominami, muy cercano a Alberto Fernández y uno de los principales impulsores del Grupo de Puebla.

También estarán los ex presidentes del Brasil, Dilma Rousseff; Paraguay, Fernando Lugo; Colombia, Ernesto Samper; y República Dominicana, Leonel Fernández.

Además, el vicecanciller de México, Maximiliano Reyes; y el ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, entre otros dirigentes de 12 países latinoamericanos.
Si bien estaba prevista la presencia del vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, lo más probable es que no asista por los disturbios que sacuden el país andino.

Tampoco participarán otros dirigentes invitados, que integran el Grupo de Puebla, como los ex presidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero; de Ecuador, Rafael Correa -quien tiene pedido de captura internacional; ni de Uruguay, José "Pepe" Mujica. El encuentro en Argentina, que atraviesa una fuerte crisis económico-social, cobra interés por la convulsión que viven países como Bolivia, donde no cesan los incidentes tras las denuncias de fraude en las elecciones en las que Evo Morales asegura que fue reelegido, así como en Chile, que desde hace más de tres semanas se producen trágicas revueltas en sus calles en reclamo de mayor igualdad social, que ya dejaron más de una veintena de muertos y cientos de heridos.

Se espera que en este encuentro también tendrá impacto la reciente liberación del ex presidente brasileño Lula da Silva, de quien Alberto Fernández venía sosteniendo que estaba injustamente preso.

El Grupo de Puebla surgió con el objetivo de integrar canales de comunicación y trabajo entre dirigentes de toda América Latina con una "mirada progresista", dijo Alberto Fernández en su reciente visita a México.

"Estamos promoviendo políticas que presten atención a los que han quedado desamparados por las políticas del presente. Está visto lo que pasa cuando uno se olvida de esos sectores. Nadie quiere que América Latina tenga experiencias como las que hoy vive Chile", señaló.
Al Grupo de Puebla lo crearon dirigentes "progresistas", para intentar contrapesar al Grupo de Lima, integrado por gobiernos de 12 países, entre los cuales está la Argentina, aunque con la llegada de Fernández al poder se espera cierto distanciamiento, que surgió en agosto de 2017 para buscar una salida a la crisis política en Venezuela, por fuera de la que propone el presidente Nicolás Maduro, y que volvió a reconocer a Juan Guaidó como presidente "real" del país caribeño. El saliente gobierno de Mauricio Macri formalizó días atrás la ruptura con la Venezuela de Nicolás Maduro y le dio representación plena a la embajadora de Guaidó, lo cual Fernández podría revertir tras asumir el mes próximo.

La primera reunión del Grupo de Puebla fue en esa ciudad mexicana, en julio pasado, donde emitieron una Declaración, que se puso como objetivo "analizar los desafíos comunes" y "trazar iniciativas conjuntas, en pos del desarrollo integral de nuestros pueblos". Esa Declaración rechazó la "nueva ola de gobiernos neoliberales". Y condenó "la hegemonía comunicacional ejercida por parte de las derechas", que demoniza a "las organizaciones sociales y las políticas de transformación progresista, amplificando sus errores y abiertamente desinformando en cuanto a sus logros y avances".

La primera Declaración del Grupo de Puebla la firmaron 26 dirigentes latinoamericanos, entre los cuales estuvieron los argentinos Felipe Solá -futuro canciller del nuevo gobierno argentino-, Jorge Taiana -ex canciller de Cristina Kirchner, y Julián Domínguez y Carlos Tomada -ex funcionarios kirchneristas-, quienes participan en esta segunda reunión del Grupo de Puebla.