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24 de abril de 2024
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Un grupo comando detrás de la fuga del ex CEO de Renault-Nissan
Autoridades japonesas creen que paramilitares disfrazados de banda musical permitieron la fuga de Carlos Ghosn, quien habría salido de su casa oculto dentro de un contrabajo
1 de enero de 2020
Mientras Japón aún no sale de su asombro, creen que el ex CEO de Renault-Nissan Carlos Ghosn se fugó de ese país oculto dentro de un contrabajo y con la ayuda de un grupo comando de paramilitares que simuló ser una banda de música.

El plan habría sido urdido por la esposa del ex ejecutivo, Carole, desde el Líbano, lugar en el que Ghosn se encuentra en la actualidad, protegido por militares.

Japón lo había acusado de cuatro cargos de corrupción mientras conducía los destinos de la gigantesca automotriz.

Según sus amigos en Líbano, el ex ejecutivo de Renault escapó en una caja de un contrabajo, en una fuga organizada por su esposa Carole y apoyada por un grupo paramilitar de entrenados comandos. Los integrantes del grupo se disfrazaron de miembros de una banda musical, según el canal libanés MTV.

El objetivo simulado era participar en un concierto de cantos gregorianos en la casa de Ghosn en Tokio, que pasaba su Navidad sin familia.

Los hombres que lo rescataron serían ex comandos de las fuerzas especiales de un país occidental, probablemente franceses.

Al final Ghosn abandonó su casa encerrado en la caja de musical del contrabajo. Su baja estatura lo ayudó y llegó a Turquía en avión privado y bajo un nombre falso.

Con ese nombre ingresó a Líbano, que anunció el martes que su status legal es perfecto, ya que él tiene nacionalidad libanesa, además de la francesa y la brasileña.

Su abogado japonés Junichiro Hironaka tiene sus tres pasaportes y se dijo “estupefacto” ante la fuga, de la que, aclaró, se enteró “por televisión”.

"Es una sorpresa total", dijo, por las dudas.

“Actualmente estoy en Líbano. No soy más un rehén de un sistema judicial japonés parcial, donde prevalece la presunción de culpabilidad” escribió Ghosn el martes, en su primer comunicado desde su fuga, conocido a través de su portavoz.
Ahora se analizan las razones de su fuga. Habría sido una nueva postergación de su proceso, la posibilidad de un segundo juicio aún no delineado, las condiciones de su liberación condicional y la imposibilidad de contactar a Carole, su esposa, con quien solo puedo hablar por Skype una vez en siete meses y su conversación fue escuchada por los fiscales japoneses. Carole había partido de Japón rápidamente en abril porque “se sentía en peligro” y temía ser detenida, como su marido. El corría el riesgo de pasar al menos 10 años en la cárcel bajo esos cargos de malversación. Francia no lo defendía de esos cargos y el presidente Emmanuel Macron nunca hizo un gesto en su ayuda.

Este segundo proceso debía comenzar en septiembre con los cargos más graves que se le atribuyen, como abuso de confianza a Nissan, la empresa automotriz japonesa que él salvó de la quiebra. El 25 de diciembre las autoridades judiciales habrían sugerido a Ghosn que este proceso se retrasaría. Le negaron la posibilidad de pasar la Navidad junto a su esposa en Tokio. Esto habría acelerado su fuga, que se hizo en tiempo récord y en plenas vacaciones navideñas en Japón.

Desde su arresto, en noviembre de 2018 en Tokio, Ghosn se declaró inocente y sus amigos denunciaron una justicia parcial, sin ninguna posibilidad de explicarse frente al sistema judicial japonés.

Aunque con él o sin él , el proceso judicial contra Ghosn se iniciará en el mes de abril en Tokio.