Roberto Lavagna, quien mantiene una imagen positiva alta entre los argentinos que recuerdan su paso como ministro de Economía por los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, intenta aportar masa crítica a los apoyos para que la Argentina logre renegociar finalmente la deuda con los acreedores.

El ex candidato presidencial ya le había dado un fuerte espaldarazo al joven Martín Guzmán cuando el presidente Alberto Fernández lo consultó, y esta semana visitó en Olivos a ambos para ponerse a disposición en este tramo final de la renegociación de deuda.

Lavagna, quien fue rival del Frente de Todos en la presidencial de hace menos de un año, podría considerarse ya uno de los tantos asesores ad-honorem en las sombras de los que gusta rodearse el Presidente.
En el encuentro que hace pocos días el jefe de Estado mantuvo con empresarios top, los sorprendió al contarles que se reunía periódicamente con Lavagna y lanzar en forma contundente: "Si quieren saber cómo pienso, pienso como él". Los empresarios se fueron así con la idea de que Alberto Fernández nunca virará hacia los extremos del "vamos por todo" que alguna vez lanzó Cristina Kirchner.

La lista de asistentes la integraron Luis Pagani (Arcor), Luis Pérez Companc (Molinos), Marcos Bulgheroni (Pan American Energy), Mariano Bosch (Adecoagro), Javier Madanes (Fate-Aluar), Martín Migoya (Globant), Daniel Herrero (Toyota) Roberto Murchison (IDEA), Miguel Acevedo (UIA) y Sergio Kaufmann (Accenture). Con Paolo Rocca (Techint), el presidente prevé reunirse en los próximos días. En su último encuentro con el presidente y el ministro Guzmán, Lavagna volvió a plantear la necesidad de una ley que ayude a las pequeñas y medianas empresas.

Ya en 2005, Lavagna había impulsado la Ley Pyme, una iniciativa que logró tener media sanción en Diputados por amplia mayoría. En ese momento todavía era funcionario de Kirchner. Cuando el proyecto giró al Senado coincidió con su salida del Gobierno y al kirchnerismo, casualmente, dejó de interesarle. Nunca volvió a tratarse.

En una entrevista publicada este domingo por Perfil, Guzmán confirmó que dialoga seguido con Lavagna:

—¿Cuál es tu relación con Roberto Lavagna?

—Encuentro un espacio de reflexión muy enriquecedor. Al igual que con la vicepresidenta, también se disfrutan mucho esas charlas. No solo por su lucidez; además tiene una experiencia que es muy valiosa y que uno aprovecha.

—Estuviste junto con Alberto Fernández en un almuerzo con Lavagna la semana que pasó. El ex ministro nos dice que se está haciendo todo bien. ¿Te sentís acompañado en tu gestión, con su apoyo y con su mirada?

—Aprecio mucho su generosidad, el estar dispuesto al diálogo. En principio fue en persona; con el coronavirus siguió por teléfono. Es bueno hacerlo, en la medida en que haya cuestiones en que uno quiere escuchar gente, con una capacidad reflexiva muy profunda. Cuando quiere escuchar visiones. Siempre sobre la base de mucha seriedad.

—Te habla con sinceridad. Cuando piensa que está algo mal, te lo dice.

—Si algo hace ruido, se plantea. Hacer política económica es un proceso también social. Y en este aspecto debemos nutrirnos: generar conocimiento social. Vale la pena dar lugar a las distintas cabezas valiosas del país, conformar un proceso de sinergia, de reflexión.

—Una experiencia transgeneracional.

—Pero gente que estuvo en el mismo lugar. Estuvo en esta silla en un momento en el cual había que resolver problemas muy importantes para la economía.