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John Lennon aún nos reclama darle "una oportunidad a la paz"
El legado del ex Beatle sigue fuerte en la memoria colectiva a cuatro décadas de su asesinato. El mundo todavía se pregunta ¿por qué?
8 de diciembre de 2020
Por Roberto Blanco Macor

En medio de las sensaciones que inundan al mundo por la muerte de Diego Maradona, este 8 de diciembre se cumplen 40 años de otro hito que conmovió al planeta, el asesinato de John Lennon, un ícono de la música y la paz que sigue vigente en la memoria colectiva.
Aún hoy es difícil comprender aquellos trágicos hechos que tuvieron como epicentro los disparos de un pistolero solitario la noche del 8 de diciembre de 1980, cuando el ex líder de The Beatles tenía 40 años.

Su asesinato fue un ultraje irónico: el que habló tan fuerte contra la violencia se convirtió en víctima de un crimen.

La muerte de Lennon se convirtió en una de esas preguntas que quedan en la memoria de todos: "¿Recordás dónde estabas cuando te enteraste de la noticia?".

Todos recuerdan como esa noticia llegó a sus vidas, y en la Argentina, en épocas de otra forma de comunicación y con una diferencia horaria de dos horas con Nueva York, la novedad para la mayoría fue uno de los peores despertares de su vida.

Lennon fue acribillado en la puerta de su hogar en el edificio Dakota, en el corazón de la Gran Manzana, a las 22:50, cuando regresaba de una jornada de grabación junto a su esposa Yoko Ono.

Su asesino fue un joven de 25 años, Mark Chapman, que merodeaba desde hacía días la puerta del edificio, y horas antes, cuando el músico salía de su hogar, lo detuvo para pedirle un autógrafo en la tapa de su último disco.

Fueron 4 disparos que ingresaron por la espalda y le causaron la muerte casi en forma instantánea. De nada sirvió llevarlo en un patrullero al hospital más cercano. Lennon, desangrado, murió 20 minutos después a pesar de los intentos de reanimación.

Para muchos, las noticias de última hora llegaron a través de Monday Night Football, cuando solo había un juego nocturno a la semana de fútbol americano.

Los Patriots jugaban contra Miami, y la interrupción del partido, y su comentarista dando la información, se volvió viral tan rápido como cualquiera en su día, mucho antes de que Internet y las redes sociales se apoderaran de la vida diaria.

Hubo una sensación de duelo colectivo en todo el estadio y la nación. Nadie criticó al fallecido. Sus excesos provocativos estaban fuera del alcance de los medios de comunicación.

Lennon acababa de lanzar Double Fantasy, un álbum que celebraba su vida con Yoko y su hijo Sean. La liberación fue criticada inicialmente por los críticos, muchos de los cuales suavizaron su tono tras la muerte. Finalmente ganó un premio Grammy y ahora se encuentra entre sus mejores grabaciones.

John había regresado a los estudios tras 5 años de auto retiro para cuidar a su hijo, algo que no había podido hacer con su primogénito, Julián, que nació en plena locura de la beatlemanía.

El regreso era inspirador para el autor universal de “Imagine”: tenía ya otro disco en carpeta para lanzar en 1981, una gira por Estados Unidos y mucho proyectos para una nueva década consideraba “espectacular”.

Nada de eso ocurrió. De allí en más su figura se transformó en algo difícil de igualar en el mundo de la cultura moderna, con vigencia y bandera de varias generaciones.

Sus socios en The Beatles, que además fueron sus amigos, quedaron como herederos de esa nostalgia por Lennon, y cada uno la sufrió muy intensamente y le dedicó momentos y canciones, mientras, casi en un homenaje a sus vidas juntos, 14 años después, en 1994, se reunieron para grabar dos canciones que John había dejado en demos caseros sin poder llevar a un estudio.

Chapman sigue preso en una cárcel de máxima seguridad, y a pesar de que pidió decenas de veces perdón por el hecho que marcó su vida, la justicia le niega sistemáticamente la libertad condicional cada año, mientras vive aislado y recibe a diario cartas y comunicaciones con amenazas de muerte de fanáticos tan desquiciados como él.

John hizo un culto a la paz, al amor y a la lucha por las causas de la libertad y la no violencia. Lennon seguramente ya perdonó a su asesino y sigue, desde donde esté, imaginando un mundo sin fronteras, donde todos estemos en paz.

El mundo sigue tan contradictorio como entonces, y para millones su pérdida todavía domina. Se lo extraña. No habría podido resolver todos nuestros problemas, pero su voz sería clave para este presente tan duro de la humanidad.

rob
VIDEO- John Lennon y Yoko Ono cantan "Dale una oportunidad a la paz", en 1969