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25 de abril de 2024
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Tato Bores, el inolvidable "actor cómico de la Nación"
El actor falleció hace un cuarto de siglo, el 11 de enero de 1996. Enorme referente del humor político, con tanta ironía como compromiso
11 de enero de 2021
Tato Bores es recordado por ser una de las figuras más importantes de la televisión argentina entre la década del 50 y del 90: por más de cuatro décadas hizo reír a los argentinos con su humor político y cotidiano que marcó a muchas generaciones.

Su nombre era Mauricio Borensztein, pero era más conocido como "Tato" y aunque se lo recuerda por sus inigualables monólogos humorísticos fue un gran actor de cine, teatro y televisión y uno de los conductores más emblemáticos de la pantalla chica nacional.

Bores supo entender tan bien la realidad política que usó el humor como mascarada para eludir la censura que impusieron las dictaduras militares de los años '60 y '70 aunque, paradójicamente, fue en 1992, durante el gobierno de Carlos Menem, cuando sufrió la censura de uno de sus sketchs de su programa Tato de América.

Sagaz, sarcástico, gracioso y entrador fueron aspectos centrales para ese enamoramiento que tuvo el público con él y que le hicieron ganar el apodo de Actor Cómico de la Nación.

Otro aspecto destacable fue su calidad para elegir guionistas que supieron explotar esa increíble vena monologuista que poseía. Landrú, César Bruto, Jordán de la Cazuela, Aldo Cammarota, Juan Carlos Mesa, Carlos Abrevaya, Adolfo Castelo, Jorge Guinzburg, Basurto, Geno Díaz, Pedro Saborido y Alejandro y Sebastián Borensztein (dos de sus tres hijos) fueron sus socios en la construcción de un personaje que sigue sorprendiendo.

Sus sketchs lejos de ser improvisados, eran creados por él pero en conjunto a los mejores guionistas del país. Además, sus entradas al estudio, dignas de un show, las hacía montado en patines, simulando llamadas por teléfono y fumando su característico habano.

Otro aspecto destacable fue su calidad para elegir guionistas que supieron explotar esa increíble vena monologuista que poseía. Landrú, César Bruto, Jordán de la Cazuela, Aldo Cammarota, Juan Carlos Mesa, Carlos Abrevaya, Adolfo Castelo, Jorge Guinzburg, Basurto, Geno Díaz, Pedro Saborido y Alejandro y Sebastián Borensztein (dos de sus tres hijos) fueron sus socios en la construcción de un personaje que nos sigue sorprendiendo por la vigencia de sus monólogos.

Lo recordamos a Tato hablando a toda velocidad por teléfono o a la cámara, frenético, verborrágico enhebrando los acontecimientos semanales con personajes reales y ficticios en escenas imaginarias, pero siempre certeras a la hora de desentrañar la intencionalidad de cada gobierno o de cada político, a veces expuesta de manera evidente, en otras, de forma sólo sugerida.

Todo comenzó con Tato y sus monólogos, entre 1957 y 1959, en Canal 7; siguió con Tato, siempre en domingo, entre 1961-63, en Canal 9 y entre 1964-1970, en Canal 11; Por siempre Tato, entre 1971-1972, en Canal 11 y entre 1972 y 1987, en Canal 13 hizo Dígale sí a Tato, Dele crédito a Tato, Tato para todos, Tato vs Tato, Tato por ciento, Extra Tato, Tato, qué bien se TV y Tatus.

En 1988 desembarco en Canal 2 con Tato Diet, para regresar en 1989 hasta 1992 al Canal 13 con Tato al borde un ataque de nervios, Tato en busca de la vereda del sol, Tato, la leyenda continúa y Tato de América, en 1992; su último programa fue Good Show, en 1993, en Telefe.

Así, Tato quedó inmortalizado en la memoria nacional y creó una marca inconfundible que aún hoy pervive en el humor político argentino.

rob
VIDEO- Tato Bores y la máquina de cortar boludos