Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
24 de abril de 2024
Seguinos en
La carrera fantasma que pudo cambiar la suerte de Reutemann
El 7 de febrero de 1981, "Lole" ganó el Gran Premio de Sudáfrica, que no sumó puntos para el Mundial. Esas unidades lo hubieran hecho campeón
7 de febrero de 2021
Especial de Roberto Blanco Macor de la Redacción de Asteriscos.Tv

“Todo esto no sirve de nada”. Como profetizando lo que sucedería ocho meses después, cuando en la última carrera de la temporada 1981, Carlos Alberto Reutemann, perdió por dos puntos la posibilidad de ser campeón del Mundo de Fórmula 1, el piloto lamentó haber ganado hace 40 años el Gran Premio de Sudáfrica.

La carrera que se disputó el sábado 7 de febrero de 1981 estaba prevista para inaugurar la temporada de la máxima categoría del automovilismo mundial, pero una crisis entre la FOCA (la asociación de constructores) y la FISA (ente deportivo de la Federación mundial), hizo que esa competencia, no tuviera puntos para dicho torneo.

Esa carrera, realizada en el circuito de Kyalami, fue ganada por el “Lole”, en una obra maestra de la estrategia. Además tuvo como escolta al brasilero Nelson Piquet, quien en Las Vegas, en la última del año, ganó el mundial por un punto de ventaja al argentino.

Si se hubiera contabilizado esta carrera, el santafesino hubiera tenido dos unidades de ventaja al final de la temporada, y podría haber heredado el título de Juan Manuel Fangio.

Ya en las semanas previas el conflicto parecía no tener solución: todo tenía relación con la prohibición de las faldas que se usaban para generar el llamado 'Efecto Suelo' en los autos de la F1, y así para 1981, se planteaba un escenario en el que habría dos campeonatos, el de la FISA y el llamado "World Motorsport Federation" liderado por Bernie Ecclestone con el soporte de los equipos de la FOCA.

Por este motivo, este Gran Premio se corrió sin puntos y bajo la denominación de “Fórmula libre” ante la presencia de solo 19 autos, todos con el mismo motor Cosworth y los mismos neumáticos.

Esta carrera no participaron los equipos Ferrari, Renault, Ligier, Alfa Romeo ni Osella, pero si Williams, Mc Laren, Lotus, Brabham, Fittipaldi, Arrow, Tyrrell, March, Ensing y ATS.




Desde las pruebas de clasificación del viernes la lluvia fue la protagonista de la prueba, y el día de la carrera, aun caían gotas, y la pista estaba muy mojada.

Reutemann, quien había marcado el mejor tiempo, tomó una decisión arriesgada y fue salir a correr con neumáticos para pista seca, mientras la mayoría tomó la decisión más coherente en ese escenario: gomas para lluvia.

Así Piquet, con su Brabham, picó en punta y sacó considerable ventaja al resto, mientras el argentino, con un auto inestable por el piso, logró sostener a pura muñeca, la séptima posición por varias vueltas.

En este escenario, otro argentino, el sanjuanino Ricardo Zunino, quien corrió con el segundo Brabham, llegó a trepar del noveno puesto al tercero.

Sin embargo no siguió lloviendo, y a la media hora de carrera, ya con un circuito semi seco, Reutemann comenzó a pasar rivales y cuando Piquet entró a cambiar sus neumáticos, tuvo el camino libre al liderazgo.

“Lole” se apoderó de la punta y sacó más de 25 segundos de ventaja, que luego bajó y sostuvo a 14, a pesar de la arremetida final del brasileño, que terminó escolta.

Fue otra gran demostración de la capacidad de estrategia y de velocidad del ex gobernador de Santa Fe, quien sin embargo, subió al podio sin sonrisas y sintiendo que todo ese esfuerzo había sido en vano.

Era difícil de imaginar lo que seguiría en la temporada, donde sería un protagonista principal, pero en alguna parte suya intuía que en esa carrera ganar no había servido de nada.



"Todo lo que hice no vale prácticamente de nada porque los nueve puntos no creo que me los devuelva nadie, por más que la FOCA crea lo contrario"., se lamentó con la prensa luego de esa victoria sin sabor.

El conflicto se solucionó y el al Gran Premio siguiente, el de Brasil, donde volvería a ganar el argentino, ya fue por los puntos. Allí fue la carrera del cartel de “Jones-Reutemann” que le colocó el equipo desde boxes, y que el argentino dijo que “no vio”.

Llegaría el conflicto dentro de equipo, su gran primera parte del año, y los malos resultados del segundo tramo, para llegar al Gran Premio de Las Vegas a la definición del título, pero esa, fue otra historia.

Un final agrio, que comenzó a beberse en esta carrera “fantasma” de la F1 en Sudáfrica, hace hoy, cuatro décadas.

rob