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29 de abril de 2024
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Mientras las vacunas escasean, los políticos argentinos se las aplican
Alberto Fernández, Cristina, Kicillof y varios intendentes ya se vacunaron, a pesar de no estar en lista de prioridad, ya que aún no se inmunizó al personal sanitario ni a pacientes de riesgo
7 de febrero de 2021
La clase política argentina volvió a desnudar sus falencias.

Mientras parte del personal de salud de primera línea aún no se pudo inmunizar contra el Covid-19, ni tampoco los pacientes de riesgo ni los ancianos, Cristina Kirchner, Alberto Fernández, Axel Kicillof, buena parte de los intendentes y funcionarios, ya recibieron la primera dosis de la vacuna Spurnik V y en estos días recibirán la segunda.
Por esas miserias de la clase política, trascendió que a algunas "figuras" como Moria Casán y la escritora Beatriz Sarlo, desde algún sector con poder les ofrecieron aplicarse la ansiada vacuna pero lo rechazaron, mientras millones de argentinos siguen esperando y aún no se sabe si podrá ser vacunados siquiera este año.

Algunos son de edad avanzada o pacientes de riesgo. Pero no tienen prioridad en el protocolo oficial. El ministro de Salud porteño, Quirós, dijo en cambio que ni él ni Horacio Rodríguez Larreta se vacunaron para “no usar lo que le corresponde al trabajador de la salud”.

El gobernador cordobés Juan Schiaretti se la aplicó por supuesto "consejo médico".

¿Es necesario que los políticos se vacunen en la etapa inicial del plan nacional? La pregunta surge y dispara la polémica, en un contexto de baja cantidad de dosis aplicadas en la Argentina respecto al promedio mundial, según precisa el sitio web Our World in Data.

El oficialismo promueve la vacunación en los funcionarios, mientras que la oposición, especialmente desde la Ciudad, baja línea para que se apliquen las dosis de acuerdo a las etapas del cronograma elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación.

El cronograma oficial se puede de consultar vía Web y establece siete etapas en el plan de vacunación. Los políticos aparecen sobre el final. Si bien no se los menciona de manera específica, se ubican dentro de las "poblaciones estratégicas que definan las jurisdicciones", que involucran a diferentes tipos de trabajadores esenciales. Las seis etapas previas corresponden, en ese orden, el personal de la salud, los mayores de 70 años, los mayores de 60, personal de las Fuerzas Armadas y de seguridad, adultos entre 18 y 59 años que presenten factores de riesgo y el personal docente y no docentes de las escuelas.

La multiplicidad de fotos de políticos oficialistas vacunándose aviva la discusión, ya que pese a ser uno de los primeros países que comenzó a vacunar, Argentina vio demorada la aplicación de Sputnik V.

Desde que aterrizaron las vacunas rusas, se aplicó en 470.395 personas, alrededor del 1% de la población: 163.069 personas ya recibieron las dos dosis y 307.326 solo la primera. Como contrapunto del protocolo establecido por la cartera que comanda Ginés González García, la Organización Mundial de Salud recomienda que las figuras públicas se vacunen para apuntalar el plan. Ello le da algún respaldo a la decisión de salir a vacunar "caras conocidas".
Alberto Fernández y el ministro de Salud, Ginés González García, se aplicaron la Sputnik no bien se conoció que estaba autorizada para mayores de 60. Ambos lo hicieron el 21 de enero, en el Hospital Posadas, cuando llegó la segunda tanda al país. Aguardan por la segunda dosis, que se aplica a partir de los 21 días: será en los próximos días.

De acuerdo con el cronograma oficial, el Presidente debería haber esperado para vacunarse en la tercera etapa del plan (aún no concluyó la primera) y Ginés a la segunda, aunque por su condición de médico tendría amparo para aplicársela antes. En cambio, Carla Vizzotti, viceministra de Salud, aún no se vacunó.

Días después llegó el turno de Cristina Kirchner. Fue el 24, en el Hospital Presidente Perón, de Avellaneda.

Con una particularidad. La vacunación en provincia de Buenos Aires es de lunes a sábado. En el caso de la vicepresidenta se hizo una doble excepción: fue un domingo y quien la vacunó fue el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, y no un responsable de salud del Hospital. Cristina, como Alberto, debía aplicársela en tercer orden.

Kicillof fue el primer gobernador en tener las dos dosis. La primera, el mandatario bonaerense se la aplicó apenas la vacuna rusa llegó al país, el 29 de diciembre.

La segunda, el 20 de enero, en ambos casos, en el Hospital San Juan de Dios, de La Plata. En las últimas horas, declaró que hay "casi dos millones de bonaerenses inscriptos esperando la vacuna". Por su edad, debió esperar más tiempo para aplicársela en el último turno.

Kreplak, igual que Kicillof, ya recibió las dos dosis en La Plata. Una sola aún tiene el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, quien también es mayor de 60 años. La vicegobernadora Verónica Magario cumplió con la vacunación completa: el 6 y el 29 de enero.

Otros gobernadores que siguieron el pedido nacional y se vacunaron fueron los oficialistas Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Raúl Jalil (Catamarca), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Jorge Capitanich (Chaco). El justicialista Juan Schiaretti lo hizo en Córdoba (dijo que fue por recomendación del Comité de Científicos de la provincia), además de Arabela Carreras (Río Negro) y Omar Gutiérrez (Neuquén), de partidos locales.

De los gobernadores de Juntos por el Cambio sólo se vacunó el correntino Gustavo Valdés. Aunque también lo hicieron varios intendentes.

En San Luis se desató un escándalo en las últimas horas, a raíz de una denuncia de personal de salud sobre la vacunación de funcionarios provinciales. La misma la validó la ministra de Salud, Silvia Sosa Araujo, quien reconoció que se vacunaron por ser “personal estratégico que está relacionado con el gobernador”. Alberto Rodríguez Saá, justamente, lo hizo el 25 de enero.

En el caso de los intendentes el panorama es diverso. Entre los del conurbano, Fernando Espinoza, de La Matanza, se aplicó la primera dosis el 16 de enero y aguarda por la segunda esta semana. También Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora, uno de los primeros políticos en contagiarse de Covid-19, y considerado de riesgo por haber sido paciente oncológico. Gustavo Barrera, de Villa Gesell, es otro de los que recibió las dos dosis.

El radical Miguel Fernández, de Trenque Lauquen, se vacunó el viernes pasado. Hubo dos casos que sorprendieron. Sebastián Ianantuony, de Miramar, se contagió 10 días de haberse colocado la primera dosis. En tanto, Esteban Sanzio, de Baradero, se contagió de Covid19 la semana pasada, después de haberse aplicado las dos dosis.

En la Ciudad la postura es distinta. Cerca de Horacio Rodríguez Larreta sostienen que "las vacunas están viniendo de a poco, por lo que no nos podemos desviar del plan original de la Ciudad, que por ahora involucra al personal de salud, luego a los mayores de 60 años y recién en una sexta etapa podría incluir a funcionarios, ya que antes figuran los docentes y las fuerzas de seguridad”.