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29 de marzo de 2024
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Falleció a los 76 años, el locutor y actor Daniel Guerrero
Murió a los 76 años y tuvo una trayectoria muy reconocida en radio, televisión y teatro. Cambió su exitosa carrera de animador por la actuación,
15 de enero de 2022
Fue un locutor brillante, un animador que dejó huella en la televisión de otro tiempo y un inesperado galán de telenovelas en el momento más exitoso de su carrera artística.

Esa atípica transformación distinguió como ninguna otra la carrera artística de Daniel Guerrero, que murió a los 76 años después de sobrellevar durante varios años las secuelas de una grave enfermedad pulmonar.

Los memoriosos recuerdan a Guerrero en sus apariciones televisivas, desde comienzos de la década de 1970, por su impecable apostura y su espléndida voz.

Pinta, excelente presencia y simpatía era lo que le sobraba en ese momento. Más tarde se decidiría a aprovechar a pleno esos atributos como galán o villano en muchos teleteatros de éxito, producidos aquí y en el exterior durante los años 80.

Había egresado del ISER con notas sobresalientes en 1968. Eso le permitió ganarse casi de inmediato un lugar en la radio. Pasó por El Mundo, Splendid, Belgrano, Rivadavia y otras emisoras.

Llegó a ser el reemplazante de Hugo Guerrero Marthineitz cuando éste se ausentaba de las emisiones de El show del minuto, el ciclo más relevante de toda la carrera radiofónica del peruano en nuestro país.

Llegó a la televisión a fines de 1971. Al año siguiente comenzó a consolidar una carrera muy promisoria, primero en Teleonce, como parte del equipo de conductores de Matinée (uno de los programas mundanos más exitosos de la década), y luego en Canal 9.

Allí se sumó a las emisiones periodísticas de Nuevediario y fue por largo tiempo uno de los conductores de Sábados Continuados, uno de los clásicos programas ómnibus de ese tiempo, pilar de la programación de la emisora de Alejandro Romay, junto a Silvio Soldán y Leonardo Simons.

Todo cambió en 1977, cuando recibió de un productor la oferta de sumarse al elenco de galanes que encabezaban Claudio García Satur y Rodolfo Bebán en una comedia teatral del verano marplatense, Es más lindo con amor.

Allí también aparecía Zulma Faiad, la bella vedette que más tarde se convertiría en su esposa. El casamiento en México, donde ambos estaban trabajando, y otros avatares convertirían a la pareja en una de las más seguidas por las revistas del corazón y las indiscreciones televisivas. Tuvieron dos hijas, Eleonora (que siguió como cantante los pasos artísticos de sus padres) y Daniela.

A partir de ese momento la animación televisiva y la lectura de las noticias quedaron atrás, y empezó para Guerrero una nueva y fructífera aventura en el mundo del espectáculo.

Pasó a utilizar su magnífica voz como arma de seducción en las numerosas telenovelas que le tocó protagonizar. Sus personajes eran por lo general galanes más bien circunspectos y poco afectos a expresiones de simpatía.

No le hacía falta un entrenamiento especial como actor: disimulaba con su estampa recia y su espléndida voz cualquier limitación expresiva. El género no le pedía mucho más.

En ese recorrido, que se desarrolló sin pausas durante toda la década del 80, enamoró a Verónica Castro (Cara a cara), a Linda Cristal en su fugaz regreso a la Argentina (Rosse) y a la joven venezolana Nohely Arteaga (Tu mundo y el mío).

También lo vimos en Pablo en nuestra piel, Yo sé que mentía, Quiero gritar tu nombre y otros títulos menos conocidos. En 1985 integró el elenco de Por siempre amigos, la tira matutina que grabó en nuestro país el grupo Menudo, con Ricky Martin incluido.

Quedó identificado en ese momento como actor en el mundo del teleteatro, pero también incursionó en las comedias junto a Darío Vittori (en su clásico ciclo televisivo) y en varias apariciones teatrales en las temporadas de verano. Hizo también algunas apariciones en el cine: La flor de la mafia (también con Faiad), Un elefante color ilusión, El bromista y Brigada explosiva contra los ninjas.