Durante cinco kilómetros, efectivos de la Policía de la Ciudad protagonizaron una intensa persecución por la avenida General Paz de una camioneta que tenía pedido de secuestro.

El automovilista hizo caso omiso de la orden para que se detuviera y prosiguió el recorrido hasta Liniers, donde finalmente, y tras toparse con un congestionamiento vehicular en una salida del acceso, los uniformados lo detuvieron a él y a su acompañante.

La huida del vehículo sospechoso, una Jeep Renegade negra, comenzó poco después de atravesar el Puente La Noria.

El personal de la División Anillo Digital identificó mediante el sistema de lectoras de patentes que la camioneta tenía una patente que no coincidía con el automóvil.

La chapa que llevaba era de un auto blanco que tenían un pedido de secuestro activo por hurto del pasado 10 de enero. Enseguida se activó el alerta y se desplazaron por frecuencia a efectivos de Motorizada.

Pero al notar la presencia policial a la altura de la General Paz con la bajada en Chávez, sentido Riachuelo, el conductor de la camioneta no acató la orden de los policías de tomar esa salida y se dio a la fuga por la avenida durante algunos kilómetros más,

Finalmente, cuando el automovilista quería tomar la avenida Rivadavia para continuar la huida se topó con un congestionamiento. Pese a que casi no había espacio libre para que el conductor escapara, el automovilista igual pretendía hacer maniobras para eludir a los efectivos, algo que no prosperó.