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27 de abril de 2024
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Cómo mataron al espía ruso
El mozo que atendió a Alexander Litvinenko en un bar de Londres sospecha que fue un ex agente de la KGB quien le colocó el polonio 210 en el té. De película
15 de julio de 2007
La película del espía ruso sigue dando que hablar.

El mozo que atendió a Alexander Litvinenko en un bar de Londres aseguró que fue el ex agente de la KGB, Andrei Lugovoi, quien le colocó el polonio 210 en el té.

"Fui obstaculizado deliberadamente y algo ocurrió en ese punto", contó el camarero. Según él, el acusado aprovechó la distracción para rociar el veneno en la tetera.

Nomberto Andrade, camarero del Pine Bar del Hotel Millenniun, en el centro de Londres, le contó al periódico The Sunday Telegraph que fue distraído deliberadamente cuando trataba de servir la mesa del ex espía, donde además de Lugovoi también estaba sentado otro ciudadano ruso, Dimitri Kovtum.

"Cuando estaba llevando un gin tonic a la mesa, fui obstaculizado deliberadamente. No podía ver lo que estaba pasando, pero parecía algo para generar una distracción", indicó Andrade al recordar los sucesos del 1º de noviembre.

Consideró que ese fue el único momento en el que la situación "parecía poco amistosa" y afirmó, convencido, que "algo ocurrió en ese punto".

"Creo que el polonio fue pulverizado en la tetera", hipotetizó. Las pericias demostraron que se encontró contaminación en el cuadro situado sobre el lugar donde Litvinenko había estado sentado y sobre la mesa, la silla y el suelo, "así que debió ser con un spray", razonó Andrade.

Poco después de que se marcharan los tres hombres, el mozo fue a limpiar la mesa y entonces notó que el contenido de la tetera tenía un "color raro".

"El té parecía más amarillo y era más espeso, parecía empalagoso", recordó el hombre, quien manifestó rastros de contaminación en las pruebas que le hicieron posteriormente.

Después de que la Fiscalía británica informase de que había pruebas para acusar a Lugovoi del asesinato de Litvinenko, el Reino Unido solicitó su extradición, pero las autoridades rusas rechazaron el pedido por considerar que el empresario y ex agente secreto debe ser juzgado en Rusia.

Litvinenko murió el 23 de noviembre de 2006 tras una horrible agonía en el hospital University College de Londres.

En una carta póstuma, aseguró que el Kremlin estaba detrás de su asesinato por haber acusado a los servicios secretos rusos de causar una serie de explosiones en un edificio de Moscú en 1999 para ayudar a Vladimir Putin a llegar a la presidencia.