Sinner fue el primer deportista que recibió el Papa León XIV
El tenista italiano, N°1 del ranking ATP, visitó el Vaticano, se reunió con el Sumo Pontífice y le obsequió una raqueta. El jugador lo desafío a jugar
14 de mayo de 2025
Luego de ser elegido en el cónclave del pasado 8 de mayo como el sucesor de Francisco, miles de historias comenzaron a brotar en torno al nuevo Papa León XIV.
Además de ser futbolero como el argentino, en los últimos días volvió a remarcar su fanatismo por el tenis, el cual miraba y hasta practicaba en Perú.
Justamente de ese mundo es el primer deportista al que recibió en el Vaticano.
Quien compartió una charla y un cálido momento con el Sumo Pontífice fue el italiano Jannik Sinner, actual N°1 del mundo.
Acompañado por su familia y el presidente de la Federación Italiana de Tenis (FITP), Angelo Binaghi, el vigente campeón del Abierto de Australia y del US Open tuvo una audiencia privada en las salas adyacentes al Aula Pablo VI.
Allí aprovechó su día de descanso en el Masters 1000 de Roma, certamen en el que viene de eliminar a Francisco Cerúndolo en octavos de final y que significó su vuelta a las canchas tras su alejamiento por el caso de doping positivo.
Días atrás, el Papa había sido consultado acerca de su pasión por el tenis y la chance de disputar un partido benéfico.
Más allá de tener 69 años, aceptó con gusto y una sola condición: “Podría, mientras no se traiga a Sinner”.
Fue un chiste con doble sentido, debido al talento del italiano y la traducción de su apellido, que en inglés significa “pecador”.
Ahora, el líder del ranking ATP le obsequió una raqueta a León XIV y se animó a desafiarlo tímidamente: “Si quiere, jugamos un poco”. La respuesta, siempre cercana, no tardó en llegar y fue a su estilo: “Mejor aquí no, porque todo se rompe”.
También Binaghi aprovechó la ocasión para entregarle al Papa réplicas de los trofeos obtenidos por Italia en la Copa Davis y la Billie Jean King Cup, además de invitarlo formalmente a presenciar partidos del circuito profesional en Roma.
El Pontífice, interesado en la actualidad del torneo, preguntó: “¿Ganaste anoche?”, a lo que Sinner respondió con naturalidad: “Los tres primeros partidos fueron difíciles, pero seguimos adelante”.
En la previa de esta visita, el tenista había hablado del posible encuentro y soltó entre risas: “¿Jugar con el Papa? No me metan en líos”.
Ya durante la audiencia, confesó: “He oído que jugaba cuando era niño y, para nosotros los tenistas, es algo muy bueno saber que al Papa le gusta nuestro deporte”.