Fondos de Santa Cruz: ¿Serán presa de los acreedores? - Asteriscos.Tv
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24 de abril de 2024
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Por Rodolfo Eiben, abogado especialista en fusiones de empresas
Fondos de Santa Cruz: ¿Serán presa de los acreedores?
Advierte que será difícil lograr que “los inversores confíen en la Argentina si el propio presidente sacó fondos de su provincia” cuando era gobernador, y su sucesor los mantiene en el exterior.
10 de noviembre de 2004
En el transcurso de las últimas semanas, todo el país vivió en un clima de tensa e ignorante vigilia debido a las extravagantes declamaciones gubernamentales atacando a los acreedores de la deuda externa de nuestro país.

Manifestaciones de piqueteros que no conocen bien quienes son los verdaderos acreedores de la deuda argentina, cargando las culpas contra el FMI , o los EE.UU., apostándose en las puertas de embajadas de países como Francia, u otras del mundo desarrollado, atacando con gruesos epítetos y actitudes hostiles a dichas delegaciones extranjeras.

Nada conocen de deuda ni de derechos. Son alentados en diversas oportunidades por discursos de barricada desde el gobierno mismo.

¿Pero que ocurriría si alguno de eso llamados en lenguaje criollo “fondos buitres” se les ocurriera trabar medidas cautelares sobre los fondos que la provincia de Santa Cruz tendría supuestamente depositados en la Banca Suiza?

Esos fondos fueron enviados a la banca suiza por el entonces presidente de la Nación cuando ejercía la gobernación de la provincia, con el objeto de proteger ese dinero (fruto de las regalías petroleras al exterior) de los avatares económicos a los que en ese momento nos sometía el inefable Domingo Cavallo como ministro de economía. Ese dinero, propiedad absoluta de los habitantes de Santa Cruz, ascendería supuestamente a quinientos cincuenta millones de dólares.

El primer interrogante que surge es primariamente cómo hizo el Dr. Kirchner para sacar del país semejante cantidad de dinero.

¿Quién o quiénes actuaron como agentes financieros de la operación? ¿Fue notificada la autoridad nacional pertinente como el presidente del Banco Central, ministro de Economía, o el secretario de Finanzas de semejante operación financiera? ¿Fue realizada por cuenta propia? ¿Aprobó la legislatura de Santa Cruz la salida del patrimonio y disponibilidad inmediata y absoluta de ese dinero?

Todos estos y demás interrogantes forman parte de una incógnita a develar, pues suena cuando menos raro y poco razonable primeramente que el dinero hay salido del país para ser depositado en el exterior. Como coyuntura puede que parezca razonable, pero deja de serlo en el minuto en que Kirchner llega a la presidencia de la Nación, y el efectivo no vuelve a las arcas de la provincia. Ni aun siendo Presidente de los argentinos, y necesitando seguramente la provincia obras de infraestructura cuando no salud, alimentos, justicia eficiente y seguridad en las calles.

Entonces cabe preguntarse varias cosas, además de las ya formuladas: ¿cómo confiarían inversores en Argentina si el mismo presidente depositó fondos de su provincia cuando el gobernaba la misma en el exterior y hoy que es Presidente de la Nación no hace que el actual gobernador repatríe dicho dinero? ¿Cómo solicita a los ciudadanos comunes que confíen en su gestión por todos los medios asegurando como el mismo se define “el pingüino” no se “achica”, cuando el dinero de su provincia se encuentra en un paraíso fiscal? ¿Qué ocurriría en un país como Israel, Italia, España o Inglaterra si un gobernador dispone displicentemente de dineros públicos, y no tan sólo eso sino que, cuando llega a Presidente del país, no los reintegra a sus fuentes? ¿Cuáles son los valores de ética y transparencia que emulan los integrantes de este gobierno?

Habría que pensar que pasaría si esos fondos son presa de algún embargo por parte de grupos de acreedores. Si esto no ha ocurrido ya es porque el dinero depositado supuestamente en Suiza, no se encuentra a nombre de la provincia que los erogó. Si no se encuentran a nombre de la Provincia, entonces quién o quienes detentan la potestad del manejo de dichos depósitos. Se rinde cuentas de los dividendos que producen anualmente desde la fecha que fueron efectuados.

Todo esto suena, al menos, como raro. Nunca antes visto y menos en un gobierno que denuncia permanentemente su sentido de ubicuidad en la sociedad, que se maneja con criterios de encuestas en medios de difusión pública, denunciando cuanto ilícito aparece del pasado, tiempo éste de los noventa, en que también Santa Cruz recibiera los fondos ahora supuestamente depositados en Suiza.

Si el dinero no estuviera a nombre del Estado provincial y se quisiera traspasar el o los depósitos a esa titularidad, no se podría realizar sin antes no tener en cuenta que en el camino pueden ser objeto de embargos. Es decir, que se deberá estudiar a fondo la metodología que habrá que tener en cuenta para no perder absolutamente la potestad ciudadano de pedir cuentas y realizar inversiones con dichos dineros públicos, en caso e una impronta argentina con el FMI o con los acreedores privados.

Ese dinero, en tanto y en cuanto nuestro país no termine coordinadamente y en su globalidad de solucionar su problema de deuda externa, corre extremo peligro de caer en manos de jueces extraños a nuestra jurisdicción. Así es que resulta de extrema necesidad, que las autoridades actuales de la Provincia, aclaren la situación en que se encuentran estos depósitos para tranquilidad de la población que en definitiva es su propietaria y destinataria ineludible.

Como sostiene el dicho criollo, no sólo hay que serlo sino parecerlo. Este es el típico caso, y no hay que esconder la cabeza como el avestruz. Para Argentina existe una vez más una oportunidad histórica de renacer, y refundar una nueva clase dirigente. Por favor, no perdamos esa oportunidad una vez más.