25 de abril de 2024
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Por Alejandro Ramírez
¡Viva la Pepa!
5 de diciembre de 2008
“MADONNA, BETANCOURT, 5% DE RETENCIONES, AUTOS Y HELADERAS BARATOS, ASUETO EN NAVIDAD Y FIN DE AÑO: ¡VIVA LA PEPA!”.
Estamos recorriendo los últimos días de este agitado año 2008 y la realidad nacional no deja de sorprendernos como chico que vió a los Reyes Magos comerse la galletita y tomarse el agua que le dejamos el 6 de enero.
Y este será uno de los peores fin de año de los últimos 50, porque el sector agropecuario argentino se encuentra inmerso en un “parate” fabuloso, donde es muy difícil exportar, donde el mercado interno se encuentra agotado, donde no hay producciones que sean rentables, donde la incertidumbre al futuro encierra descontento, temor y desconfianza.
Si vemos a los diversos partícipes de la producción granaria, podemos destacar que los productores se encuentran con insumos caros y dolarizados, precios de los granos que valen el 50% de lo que cotizaban en marzo de este año, que la sequía golpeó donde más duele, y que cuando cosechen el trigo, el equivalente en dinero apenas alcanzará para poder pagar alguna de las tantas deudas que nuevamente comenzaron a acumular.
Si observamos que pasa con los acopiadores, cooperativas y corredores, vemos que el volumen a comercializar baja de la mano de la menor producción y de las compras directas de los exportadores, que las comisiones también disminuyen abruptamente por la espectacular baja en las cotizaciones de los granos (caso maíz más del 62% de baja), y los costos operativos siguen siendo los mismos o han aumentado vía suba de los servicios públicos, presión impositiva, aumento de sueldos. Al mirar a los compradores –exportadores, fábricas, comerciantes- nos encontramos que el negocio se acotó por la falta de transparencia en las posibilidades de exportar libremente, en los supuestos límites impuestos a futuras subas de precios de los productos elaborados –ej. Harinas-, en la incertidumbre que se presenta ante la inmovilidad – a pesar de la época- del consumo interno.
Si recorremos otras producciones como la lechería o la carne, nos encontramos con situaciones similares, quizás con aspectos técnicos distintos, pero en definitiva, “el negocio no funciona”.
Como un aliciente a la producción, el gobierno nacional –entre foto de Madonna y foto de Betancourt- anunció una baja del 5% para las retenciones del maíz y del trigo. Y lamentablemente el sector con las entidades a la cabeza, en vez de ser tomarlo como un mensaje halagüeño, automáticamente se lo consideró como una medida escasa y que no llegará a ayudar a cambiar en nada la actual posición.
Esta negatividad continua por parte de los dirigentes del agro hace que cualquier medida que se tome, por más que sea dentro del marco PAN Y CIRCO, no se la considere factible y positiva. “Peor es nada” decía mi abuelo cuando el perro le lamía la mano.
Fin de año complicado, tiempo de tristeza y desazón, tiempo para reflexionar sobre que podrá pasar en el futuro. El año 2009 está a la vuelta de la esquina y se presenta super complicado.
Por último: ¡Eso que no hablamos de la situación económico financiera mundial!...
Estamos recorriendo los últimos días de este agitado año 2008 y la realidad nacional no deja de sorprendernos como chico que vió a los Reyes Magos comerse la galletita y tomarse el agua que le dejamos el 6 de enero.
Y este será uno de los peores fin de año de los últimos 50, porque el sector agropecuario argentino se encuentra inmerso en un “parate” fabuloso, donde es muy difícil exportar, donde el mercado interno se encuentra agotado, donde no hay producciones que sean rentables, donde la incertidumbre al futuro encierra descontento, temor y desconfianza.
Si vemos a los diversos partícipes de la producción granaria, podemos destacar que los productores se encuentran con insumos caros y dolarizados, precios de los granos que valen el 50% de lo que cotizaban en marzo de este año, que la sequía golpeó donde más duele, y que cuando cosechen el trigo, el equivalente en dinero apenas alcanzará para poder pagar alguna de las tantas deudas que nuevamente comenzaron a acumular.
Si observamos que pasa con los acopiadores, cooperativas y corredores, vemos que el volumen a comercializar baja de la mano de la menor producción y de las compras directas de los exportadores, que las comisiones también disminuyen abruptamente por la espectacular baja en las cotizaciones de los granos (caso maíz más del 62% de baja), y los costos operativos siguen siendo los mismos o han aumentado vía suba de los servicios públicos, presión impositiva, aumento de sueldos. Al mirar a los compradores –exportadores, fábricas, comerciantes- nos encontramos que el negocio se acotó por la falta de transparencia en las posibilidades de exportar libremente, en los supuestos límites impuestos a futuras subas de precios de los productos elaborados –ej. Harinas-, en la incertidumbre que se presenta ante la inmovilidad – a pesar de la época- del consumo interno.
Si recorremos otras producciones como la lechería o la carne, nos encontramos con situaciones similares, quizás con aspectos técnicos distintos, pero en definitiva, “el negocio no funciona”.
Como un aliciente a la producción, el gobierno nacional –entre foto de Madonna y foto de Betancourt- anunció una baja del 5% para las retenciones del maíz y del trigo. Y lamentablemente el sector con las entidades a la cabeza, en vez de ser tomarlo como un mensaje halagüeño, automáticamente se lo consideró como una medida escasa y que no llegará a ayudar a cambiar en nada la actual posición.
Esta negatividad continua por parte de los dirigentes del agro hace que cualquier medida que se tome, por más que sea dentro del marco PAN Y CIRCO, no se la considere factible y positiva. “Peor es nada” decía mi abuelo cuando el perro le lamía la mano.
Fin de año complicado, tiempo de tristeza y desazón, tiempo para reflexionar sobre que podrá pasar en el futuro. El año 2009 está a la vuelta de la esquina y se presenta super complicado.
Por último: ¡Eso que no hablamos de la situación económico financiera mundial!...