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27 de abril de 2024
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Por Daniel Scioli
Buenos Aires y la Nación avanzan por el mismo camino
7 de junio de 2010
Al asumir como gobernador de Buenos Aires adopté como decisión estratégica promover y afianzar el entendimiento y la acción conjunta de la provincia con el gobierno nacional.

Producimos más de la tercera parte del PBI del país. En nuestro territorio están radicadas casi la mitad de las industrias, los principales centros agrícolas y habita el 40% de la población. Somos también el principal destino migratorio de nuestros hermanos de otras provincias y de países limítrofes que llegan aquí con sueños de trabajo y progreso. ¿Alguien imagina que esta enorme provincia pueda avanzar sin una gestión integrada junto a la Nación y los municipios? Nuestros 200 años de historia nos enseñan que los desencuentros entre gobiernos nacional y provincial dieron lugar a grandes crisis institucionales, sociales y económicas, en donde todos salimos perjudicados.

Hoy mi convicción de trabajo en equipo es aún más fuerte. El Bicentenario encuentra a la provincia de Buenos Aires en plena recuperación, con una industria que crece por encima del 10% y un campo que supera su record de producción. Nos mantuvimos de pie frente a una crisis financiera internacional que enseñó al mundo el valor irremplazable del Estado como dinamizador de la actividad económica. Esto no es obra de la casualidad: durante los primeros 30 meses de gestión generamos el mayor volumen de inversión pública jamás destinado a nuestro territorio.

Las condiciones externas mejoraron, pero fundamentalmente se sucedieron iniciativas firmes y oportunas por parte del gobierno nacional que la provincia profundizó a partir de su ordenamiento fiscal, su desendeudamiento y el aliento a las actividades productivas y de inclusión social.

La dirigencia política actual y los que nos sucedan en el futuro deberán comprender que, independientemente del signo o color de quienes estén al frente de los ejecutivos, la colaboración, sin mezquindades ni personalismos, entre el gobierno de Buenos Aires y la Nación es necesaria e imprescindible para la grandeza de nuestro país.

La gestión provincial

En numerosas ocasiones escuché y leí que la Provincia estaba próxima a emitir cuasi monedas, que no podría afrontar el pago de los sueldos de los empleados públicos, y que estaba literalmente quebrada.

Nada de eso sucedió. En lugar de quedarnos esperando el necesario debate por un nuevo régimen de Coparticipación Federal de Impuestos, nos abocamos a un manejo responsable de las finanzas públicas, lo que nos permite abordar el gasto público fijando prioridades de modo racional. La recaudación aumentó a partir de reformas tributarias de carácter progresivo, tendientes a gravar más a quienes tienen mayor capacidad contributiva y mayor concentración económica. Además estamos preparados para insertarnos en los mercados financieros internacionales.

En el marco de la política tributaria, otra de las medidas de equidad adoptadas es la de haber eximido del Impuesto Inmobiliario a cerca de un millón de familias cuyas viviendas poseen una valuación inferior a los 25.000 pesos. Esto es justicia tributaria.

La recaudación de recursos propios, producto del orden fiscal, pasó de 13.200 millones de pesos en 2007 a un estimado para 2010 de 26.000 millones de pesos. En tres años los ingresos propios se habrán duplicado.

Para consolidar la sostenibilidad fiscal, también se avanzó en un proceso de desendeudamiento, que permitió pasar de un stock de deuda que constituía el 150% del total de la coparticipación neta a Municipios, a un valor que en la actualidad representa el 86% de estos recursos.

A este gran esfuerzo realizado por Buenos Aires, se suma el Programa Federal de Desendeudamiento anunciado por la Nación. Es una medida excepcional, que muestra la vocación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de implementar políticas de saneamiento y fortalecimiento de las finanzas provinciales.

El Programa establece un período de gracia de aquí a 2012, lo que implica que en ese lapso reduciremos las amortizaciones en aproximadamente 9.000 millones de pesos. Pero, además, con una estructura de vencimientos de deuda mucho más beneficiosa, nos permitirá un estiramiento de plazos. A su vez, la eliminación del ajuste por CER, determina que del total de la deuda de la provincia, el 62% sea en pesos y a tasa fija. Una perspectiva financiera inmejorable.

Gobernar es incluir

Esfuerzos como estos nos permiten ser la provincia argentina que más invierte de su presupuesto en educación, tanto en términos reales como relativos. También sostienen el mayor cambio en obras de infraestructura social básica para la salud, como el agua potable y las cloacas, cuya cobertura habrá incorporado para fines de 2011 a 5 millones de habitantes que no contaban con este servicio público esencial para la vida. Asimismo, proyectamos destinar durante los próximos 5 años más de 8.000 millones de pesos a urbanizar las 1.000 villas de emergencia y asentamientos precarios existentes en la provincia.

Las políticas de inclusión social implementadas por la Nación y Buenos Aires convergen hacia el objetivo de lograr un crecimiento sustentable, con incentivos a la demanda que permiten una mejora permanente en los ingresos de quienes más lo necesitan.

La Asignación Universal por Hijo es la política de inclusión social más importante de los últimos 50 años. Y su puesta en práctica por el gobierno nacional ha representado una disminución de 32% de los índices de pobreza en la población. Para Buenos Aires, esta decisión representa 4.000 millones de pesos más de consumo, que favorece a los sectores humildes y más necesitados.

Con el mismo espíritu inclusivo, Buenos Aires destina importantes recursos a políticas sociales de nueva generación, dirigidas a disminuir la brecha social; entre ellas, el programa Envión, a través del cual estamos asignando becas de capacitación para incorporar al estudio y al trabajo a los jóvenes excluidos.

Se vienen grandes tiempos para la provincia de Buenos Aires, el Bicentenario marca el comienzo de una nueva era de prosperidad: la década de la inclusión, del pleno empleo, de la innovación tecnológica y la reconversión productiva.

Sabemos que falta mucho por hacer. En nuestra labor cotidiana de construir entre todos la provincia del futuro, seguiremos generando los recursos genuinos necesarios para seguir traduciendo voluntad en acción, y acción en mejoras concretas a las demandas ciudadanas.