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19 de abril de 2024
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Por Agustín Monteverde
Un poder hegemónico que se astilla
(Por Agustín Monteverde) Da la impresión de que, aun contando con una relación de fuerzas que le es muy favorable, de todas maneras el oficialismo no encuentra la estrategia adecuada para recomponer su derrotero
10 de junio de 2012
Da la impresión que, aun contando con una relación de fuerzas que le es muy favorable, de todas maneras el oficialismo no encuentra la estrategia adecuada para recomponer su derrotero -hoy errático- y plantarse ante la sociedad como el gobierno todopoderoso que fue. Giran los ministros y validos alrededor de la reina como si estuvieran borrachos. Se chocan entre ellos en los pasillos de acceso al despacho de su majestad y no se dan cuenta que unos desmienten a otros, al margen de las zancadillas con las cuales éstos tratan de impedirle el paso a aquéllos y viceversa.

La comedia de enredos protagonizada en el curso de los últimos días por Guillermo Moreno, Axel Kicillof y Aníbal Fernández resultó grotesca. Con esta particularidad, que le da a la cuestión un tono dramático: no están en un escenario desplegando sus dotes actorales para deleite.

del público que ha pagado la entrada. Son los responsables de decidir y ejecutar unas políticas públicas que tendrán consecuencias sobre todos los mortales que miramos azorados sus procedimientos.

Es evidente, a esta altura del partido, que la presidente no tiene la menor idea de la economía. Eso hace que diriman supremacías quienes gozan de su confianza y desean imprimirle su sello al manejo de la hacienda pública. Guillermo Moreno y Axel Kicillof no sólo no piensan lo mismo sino que aspiran a manejarse sin consultar al otro y —claro está— sin rendirle cuenta de sus actos a nadie, fuera de una señora que tiene la última palabra pero es incapaz de distinguir lasnociones más elementales de la ciencia económica. Dicen que muchas manos en un plato… Pues bien, lo que sucede con la paridad cambiaria es una muestra superlativa del ridículo. Agravado porque hace cinco meses Moreno trató de solucionar el tema por decreto y no funcionó. La brecha cambiaria se ensanchó desde ese momento 25 % y en el último mes se fugaron U$ 1200 MM. Tratar de repetir la partitura haciendo caso omiso del fracaso es la demostración más cabal de que no hay plan alternativo.

El kirchnerismo se atiene al manual básico del intervencionismo estatal y actúa en consecuencia. Se da contra la pared, se para y embiste de nuevo. Por supuesto que con el mismo resultado. El gobierno puso a andar con una irresponsabilidad digna de principiantes el fantasma de la pesificación. Lo hizo porque desconoce las reglas no escritas de los mercados y las reacciones de los argentinos o porque consideró oportuno lanzar un globo de ensayo y medir el ánimo de la gente. Lo uno o lo otro, el final estaba cantado. Idéntico proceder tuvieron con el manejo del tipo de cambio, sólo que esta vez, mientras Kicillof primero y después Randazzo y Echegaray decían que el dólar blue era ilegal, Moreno por su cuenta y riesgo se reunía con los cambistas y los bancos para pactar una estrategia.

¿En qué quedamos? —Nadie lo sabe. Una encuesta que llegó a las manos de Cristina Fernández en estos días debe haberla hecho reflexionar respecto de cómo están manejando las cosas sus escuderos y cuáles pueden ser las consecuencias de darle a un conjunto de ideólogos y principiantes una caja de fósforos y pedirles que cuiden el arsenal de explosivos. A diferencia de otros relevamientos, en este caso no se le preguntó a la gente qué le preocupaba más o cómo imaginaba su situación económica dentro de un año o de qué manera evaluaba la gestión gubernamental. Se le pedía que definiera que fenómeno podía obrar una reacción en cadena de la sociedad. 9,0 % contestó “la inseguridad”. En cambio, el M & A 81,2 % respondió “el bolsillo”, confirmando —como si faltasen pruebas— lo sucedido en 1989 durante la hiperinflación que tumbó a la administración alfonsinista y en el default de 2001.

¿Los cacerolazos que han vuelto a resonar son un síntoma anticipado del rechazo al kirchnerismo que, según algunos, comienza a extenderse entre las clases medias urbanas de Capital Federal? Sería exagerado confundir una manifestación muy incipiente y minoritaria de parte de los barrios más acomodados del distrito metropolitano con una actitud generalizada. Pero, al propio tiempo, que las cacerolas hayan retornado; que Jorge Lanata mida 20 puntos de rating con su monólogo de las 23 horas los días domingos; que Cristina Fernández sea ridiculizada; que la sensación de incertidumbre en torno al futuro sea cada vez más extendida; que José Manuel de la Sota, en Córdoba, haga declaraciones críticas del manejo del tipo de cambio; que Hugo Moyano califique poco menos que de “gorilas” a los integrantes del gobierno; y que Daniel Scioli, a pesar de su proverbial subordinación, le siga sacando ventajas a la presidente en punto a imagen e intención de voto, no representan datos aislados. No hay catástrofe en el horizonte, es verdad. Sin embargo, el deterioro del kirchnerismo es notorio. Hasta la próxima semana.

Ya se contraen los sectores estrella del modelo: El invierno llega con todo:

• El enfriamiento de la actividad, agravado por las prohibiciones cambiarias, ya es marcado en una variedad de sectores.

• Claro que donde se ha hecho notar con mayor intensidad el parate es en el mercado inmobiliario, donde hay una cerrada resistencia a pesificar las transacciones.

• El relevamiento del Colegio de Escribanos a abril —se descuenta que los de mayo son mucho más preocupantes— marcó un derrumbe de 25 % interanual en la compraventa de inmuebles de la Ciudad de Buenos Aires.

• Constituyó la quinta caída interanual consecutiva que registró el negocio inmobiliario.

• Para el acumulado enero-abril la contracción fue 15,3 % interanual.

• Ese cuatrimestre fue el segundo peor registrado desde 1998, sólo superado por el mismo período de 2009, en pleno epicentro de la crisis financiera internacional. • La incertidumbre cambiaria y la contracción inmobiliaria tienen obvias consecuencias para la construcción.

• Ni siquiera el INDEC puede ocultar el sacudón recesivo.

• Según datos oficiales, la actividad de la construcción registró una caída de 3,8 % interanual en abril.

Con relación a marzo la caída fue 5,9 %.

Esto deprimió el desempeño del primer cuatrimestre, que arrojó un pobre incremento acumulado, de apenas 0,6 %.

• La encuesta cualitativa, que refleja las perspectivas del sector, señaló que las firmas esperan una profundización de esta tendencia contractiva.

Entre las firmas que realizan obras privadas, 17,4 % espera nuevos retrocesos.

Y nada menos que 43,2 % de las que se dedican a la realización de obras públicas esperan que acentúe la caída.

• En el corto plazo, la contracción de la construcción se traducirá en un menor movimiento de las industrias del hierro y del cemento.

• Otro de los sectores que fueron más dinámicos, el automotriz, está siendo severamente afectado.

• Las ventas a concesionarios tuvieron un fuerte descenso de 14,8 % interanual; en lo que va del año, caen 1,9 % respecto al mismo lapso de 2011.

 Este año las ventas de automotores nuevos, apenas superarán los

500000 vehículos.

Esto significa un derrumbe de casi 40 % respecto a lo esperado originalmente; al inicio del año los cálculos del sector hablaban de una producción de 800.000 unidades.

• La producción automotriz experimentó en mayo una fuerte caída de 24,4 % interanual; en el acumulado respecto al mismo período de 2011 se registró una baja de 10,5 %. • Las exportaciones también sufrieron un auténtico derrumbe, con una baja de 45,7 % respecto a mayo del año anterior; en los cinco primeros meses de 2012 se registro una baja interanual de 26,5 %.

• Pero en este sector se da una situación paradojal: la desvalorización del peso ha provocado un incremento brusco de las ventas de autos importados.

Como los automóviles se venden en pesos al tipo de cambio oficial, la brecha entre éste y el mercado paralelo significa un ahorro de casi 30 %.

Por esta razón, las marcas importadas con vehículos en stock experimentaron saltos de ventas de más de 100 % interanual.

• Ajeno al aprovechamiento de la brecha cambiaria y con la mirada siempre puesta en la actividad económica, el rubro de vehículos pesados es el que mejor ilustra las pobres perspectivas: los camiones y buses sufrieron un derrumbe de 20 % interanual.

• La construcción y la producción automotriz tienen un vasto impacto en una amplia gama de otros sectores, por lo que es previsible que los guarismos negativos se extiendan rápidamente a industrias y servicios proveedores.

• El frenazo ya es notable en el consumo.

• Con datos de la filokirchnerista CAME, las cantidades vendidas por los comercios minoristas sufrieron un retroceso de 6,6 % en mayo frente al mismo mes del año pasado.

Todos los rubros de ventas minoristas cayeron.

Más allá del derrumbe de la actividad de las inmobiliarias, los sectores que sufrieron caídas mayores fueron bazares y regalos —se desplomaron 9,3 % interanual—, calzados —8,9 %—, ferreterías —8,7 %— y jugueterías —8,5 %.

Las cantidades vendidas por los comercios minoristas acumulan una baja de 0,9 % en los primeros cinco meses del año, frente a igual periodo del año pasado. • Las ventas en supermercados a precios corrientes aumentaron en abril 25,5 % interanual, lo que significa en el mejor de los casos un estancamiento (para nosotros, una modesta caída).

• La evolución intermensual también marcó una contracción en términos reales: la suba de las ventas a precios corrientes respecto a marzo fue 1,4 %.

• En el caso de los centros de compra, la caída es más pronunciada.

A precios corrientes, las ventas aumentaron 18 % interanual en abril, muy por debajo de la inflación del período.

Incluso las ventas acumuladas en el primer cuatrimestre muestran una contracción en términos reales —pues el alza a precios corrientes fue 21,7 % interanual— la tendencia ciclo es negativa.