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24 de abril de 2024
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Por Iván Damianovich
Kirchner quiere construir poder a largo plazo
Buscará consolidar su gestión con vistas a las presidenciales del 2007. Controlar la inflación y promover la llegada de inversiones, objetivos clave.
17 de enero de 2006
Este año tiene para el Gobierno un objetivo claro pero no distinto a su habitual forma de conducirse. Experiencia no le falta, pero la paranoia y la necesidad de abarcar más espacios obligan a redefinir conductas, alianzas y estrategias.

El 2006 es para la administración Kirchner el año de la construcción real de un poder duradero.

Cuando en 2003 asumió con poco más del 20 por ciento de los votos, el actual titular del Ejecutivo entendió que debía producir gestos contundentes que el adjudicaran la autoridad y legitimidad que las urnas no le habían otorgado.

En rigor, ese pensamiento perduró en el seno del Gobierno hasta las elecciones de octubre último, cuando el oficialismo logró un indiscutido triunfo que le permitió avanzar varios casilleros.

Sin embargo, los últimos comicios tuvieron como protagonista al Poder Legislativo, lo que en los hechos concretos significa que el Ejecutivo no fue puesto a consideración de la ciudadanía. Si bien los resultados de las urnas marcaron un mayoritario apoyo a la actual gestión, la posibilidad de que sea el propio Kirchner quien se someta a una elección (o su esposa Cristina) el año próximo puede marcar diferencias.

Esta alternativa es la que ha comenzado a ser analizada el 24 de octubre pasado y es la que desvelará durante todo el año en curso a la actual gestión. Aunque por estas semanas se intente desde el Gobierno no exhibir las pretensiones reeleccionistas ni aparecer en actitudes especulativas, la mayoría de las medidas que se adopten deberán leerse en coordenada 2007.

La cancelación de la deuda externa al FMI es, sin dudas, la noticia de mayor relevancia en años para la Argentina. Pese a los anuncios pre y pos pago, es de esperar que el Gobierno salga a hacer campaña con esta carta, en particular, una vez que el Banco Central haya recuperado el nivel de reservas o se acerque al que existía previamente.

Los próximos meses resultarán claves a la hora establecer los parámetros en los que el Ejecutivo desplegará su estrategia electoral.

La real composición de la Cámara de Diputados, la relación con el Mercosur y, en especial, con los nuevos gobiernos de Chile y Bolivia, el diálogo o la distancia que exista con la Iglesia y el rol que desempeñe la oposición (unida o por separado) definirán el escenario preelectoral.

Todo ello bajo el paraguas que más inquieta a la ciudadanía y que en el Gobierno entienden como el escollo más temido, capaz de frustar cualquier aspiración: el control de la inflación, la ampliación de la oferta y la llegada de nuevas inversiones.