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25 de abril de 2024
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Por Arturo Navarro
Campo vs. Industria: un debate viejo
Al asumir Peirano se reabrió el debate campo versus industrias que deberia estar cerrado hace mucho tiempo. Quienes piensen todavía que con el campo solo se puede salir adelante están totalmente equivocados
3 de agosto de 2007
Al asumir el nuevo ministros de economía Miguel Peirano con sus declaraciones, se abrió nuevamente el debate campo versus industrias que deberia estar cerrado hace mucho tiempo en el pais antes los hechos incontrastable de la realidad de lo que representa el complejo agroindustrial para la economía del pais y el bienestar de todos sus ciudadanos. Quienes piensen todavía que con el campo solo, se puede salir adelante están totalmente equivocados.

Yo soy un ferviente defensor de las transformaciones de nuestras produccion en productos de mayor valor agregado por mano de obra argentina para colocar en los mercados del mundo.

De la misma forma en el discurso de lanzamiento de la candidata a presidente de la senadora Cristina Fernández de Kischner, usos casi los mismos conceptos que el ministro Peirano, por lo cual hay que suponer que será su politica en la próxima gestión si tiene la suerte de triunfar. Por lo tanto Peirano no hablo por él, esta hablando por lo que piensa hacer el matrimonio Kischner hasta diciembre, con la politica económica y que seguirían - si es elegida presidenta en octubre- dándole continuidad y profundizado la misma.

Ante los graves problemas de distorsión de los precio relativo de la economía que estamos viviendo, hubieran sido una muy buena oportunidad de mandar un mensaje mas realista de que hay que hacer correcciones muy pronto para evitar problema mayores, que despues son muy difícil de corregir, aunque tenga el mejor ministro de economía con todo el respaldo del presidente de la Nación. El mercado en algún momento funciona para saber donde estamos parados. Este plan no es sostenible en el tiempo y si se profundiza como se anuncia me parece sumamente preocupante.

Hoy el debate que corresponde hacer es si queremos industrias competitiva con el mundo o queremos seguir defendiendo industria no competitiva e ineficiente, que quiere trabajar para el mercado interno solamente.

El campo a dejado de ser algo primario para converticer en la industria mas eficiente y competitiva con el mundo que permitió sacar al pais de la ultima crisis sin ninguna politica de estado y hoy esta aprovechado las condiciones internacionales de las mercados, hasta donde le permiten las políticas del gobierno y a pesar de los subsidios de los países desarrollados que son nuestros competidores.

Si hubiéramos tenidos políticas de estados desde hace mucho tiempo, como necesita cualquier pais para planificar mejor su crecimientos, con seguridad ya habríamos superado las 100 millones de TT y seria mucha mas la materia prima transformada en alimentos que estarías exportando, ingresando mayores divisas gernunias para poderlas usar en el desarrollar del pais en su conjunto para achicar mas rápidamente la marginación, el desempleo y la exclusión de tantos argentinos. Ya hubiéramos pasado de los 300 dólares por tonelada promedio exportada a 800 dólares, si exportáramos alimentos y maquinarias terminadas, si nos hubieran permitido aprovechar todas las capacidades naturales, humanas y tecnológicas que tenemos disponibles en el pais en la agroindustria. Esta deberia ser una de nuestra metas.

Hoy el complejo agroindustrial esta exportando a Brasil y China entre otros países a pesar de las falta de políticas de estado, los impuestos por exportar y las limitaciones que nos impones esos países para poder ingresar con productor elaborados. Mientras otras industrias- inclusive alguna de complejo agroindustrial- esta reclamando protecciones porque no quieren o no pueden competir con el exterior.

¿Cual debe ser el dólar competitivo para una economía? ¿Debe ser para todos los sectores? ¿La politica económica de la argentina tiene que seguir discriminando los productos exportables con impuestos, limitando su capacidad de inversión para transformar la produccion para exportar mayor mano de obra argentina? ¿Sensatamente la dirigencia del pais puede pensar que esto puede ser permanente en un mundo globalizado? ¿Vamos a seguir pensando que los precios internacionales no pueden ser iguales a los precios internos? Son algunas pregunta que quiero dejar hechas para poder aportar a este debate y que entre todos asumamos que hay cosas a cambiar mas allá de quien sea gobierno.

Para terminar quiero expresar nuevamente, al conjunto de la opinión pública que el campo no tiene un dólar alto y muy competitivo como se confunde a la sociedad en general. El dólar para exportar el grano de soja es de 2,20 mientras para comprar los insumos tiene un dólar de 3,10 más arancel que representa 3,30., por las retenciones a la exportación.

La convertibilidad actual de 3 a 1 es muchos mas grave para el campo que la convertibilidad del 1 a 1 de diciembre del 2001 si los valores de los comodines de esa época fueran los actuales. Lo que cambio son los valores de los granos, que hace por ahora sostenible este modelo y por lo tanto es necesarios ponerse a discutir las políticas de estado, para hacer mas previsible esta gran oportunidad que nos presenta el mundo nuevamente, por la mayor demandar en cantidad y calidad de alimentos que necesitan y la necesidades de mayor combustibles con el aporte de los biocombustibles.

La única forma de revertir esta situación y poder concretarlos, es con un gran Acuerdo Nacional de Desarrollos planificado a largo plazo, que debe surgir de un pacto entre todos los sectores y debe ser convalidado por el Congreso de la Nación. Para pode discutirlo y consensuarlo deben participar todos los sectores en igualdad de condiciones, sin ninguna discriminación entre sectores y con el unico compromiso de todos de construir en algunos años un pais desarrollado que le permitan a todos los argentinos poder educarse, trabajar y mejorar su poder adquisitivo en forma genuina, para poder desplegar todas libertades básicas de un ser humano, como es pensar y definir sus situación personal en forma independiente y sin ninguna tutela del Estado.