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19 de abril de 2024
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Por Rosendo Fraga
Candidatura de Cristina: cambios en la política exterior
La estrategia externa de Cristina Kirchner marca un drástico cambio de estilo diplomático, pero que puede no implicar un giro sustancial en la política exterior. Además, la elección de Alberto Ballestrini como candidato a Vicegobernador de Scioli, confirma la importancia electoral que tiene para el oficialismo el voto del conurbano bonaerense
1 de enero de 2000
1. La política exterior es el primer campo en el cual Cristina Kirchner va produciendo definiciones, las que no terminan de resolver las ambigüedades que viene mostrando la Argentina. En España buscó crear una imagen favorable para los inversores, pero la defensa que la senadora realizó de Chávez y las criticas del Presidente a los reclamos por las tarifas, terminaron creando una situación confusa; en México el matrimonio Kirchner buscó acercarse a un presidente de centro-derecha como Calderón y atraer inversiones, pero la visita que realiza a partir de hoy Chávez a la Argentina y la que después hace el Presidente argentino a Bolivia, vuelven a mostrar una posición oscilante; se supone que la candidata oficialista busca mejorar la relación con EEUU, pero la crítica del Presidente a la construcción del muro fronterizo, parece ir en la dirección contraria. Parece cierto que con Cristina cambia el estilo diplomático, pero no necesariamente los ejes de la política exterior.

2. La elección de Ballestrini como candidato a Vicegobernador de Scioli en la provincia de Buenos Aires, confirma la importancia del conurbano en la estrategia electoral oficialista. Cristina Kirchner gana en la primera vuelta, con aproximadamente 46% de los votos y en la provincia de Buenos Aires llega a 50%, elevando así este decisivo distrito el promedio nacional del oficialismo, como siempre sucede con el peronismo. Pero en la Matanza,- donde ha sido Intendente Ballestrini,- el voto del Frente para la Victoria llega al 60%. Cabe señalar que en una elección presidencial, este municipio que es el más poblado de la provincia de Buenos Aires, equivale en votos a Tierra del Fuego, Santa Cruz, La Pampa, San Luis, Catamarca y La Rioja sumadas. Esto explica porque se eligió a un dirigente de la Matanza para secundar a Scioli. Pero también Ballestrini muestra cierto equilibrio, porque representa al peronismo bonaerense y sin ser posiblemente el candidato preferido por Scioli, tampoco es un kirchnerista absoluto, como hubiera sido Carlos Kunkel. La importancia electoral del conurbano bonaerense explica porqué el gobierno nacional no teme confrontar con el agro a semanas de la elección presidencial. Es que el voto del sector además de estar desarticulado en términos de acción política, resulta cuantitativamente poco relevante.

3. La presencia del Presidente en una pequeña localidad de Santa Cruz, buscó reforzar al oficialismo local, que se encuentra en una situación crítica. Desde marzo, Kirchner no visita la capital de provincial, dado que se ha convertido en el centro de la oposición local, que inevitablemente es también al gobierno nacional. El fin de semana volvieron a tener lugar cacerolazos y disturbios contra Kirchner en Río Gallegos. Descartada la candidatura de Alicia Kirchner,- está perdiendo en los sondeos,- la estrategia de Kirchner es transformar al actual Gobernador (Peralta) en el candidato oficialista. La oposición busca articular un frente unificado y de hacerlo tiene posibilidades de disputar el poder. Si finalmente se unifica y Peralta no logra consolidarse, en algunos sectores del oficialismo se estima que el propio Presidente Kirchner podría ser el candidato a Gobernador. Es que perder el poder en Santa Cruz, implica riesgos políticos importantes para el matrimonio Kirchner, aunque ganen la elección presidencial.

4. Mientras tanto en la oposición, la división sigue predominando. Mauricio Macri se inclina por no presentar su candidatura a Presidente ni la de Gabriela Michetti. Pero no es una decisión definitiva, ya que cada día es más claro que el gobierno nacional jugará desde el comienzo al fracaso de la gestión del PRO en la Capital y que no le resulta fácil a este partido ganar la elección de legisladores nacionales en la Capital, sin llevar un candidato a presidente o llevando uno que saque pocos votos. El Jefe de Gobierno electo no está dispuesto a apoyar la candidatura presidencial de su aliado Ricardo López Murphy y todavía no descarta apoyar a Lavagna, quien se encamina a ser el candidato más votado de la oposición, aunque a una distancia grande de Cristina Kirchner. La candidatura de Sobisch no tiene intención de voto suficiente para que sea una opción para el PRO.
Mientras el ARI muestra poca disposición a generar alianzas más allá de algunos sectores del socialismo y el radicalismo, este partido profundiza su división. Un ejemplo de ello es la provincia de Buenos Aires, donde un sector del radicalismo,- que incluye la mayoría de los intendentes,- va con Kirchner, Stolbizer presenta su propia candidatura buscando un frente de centro-izquierda, el hijo de Alfonsín es el candidato del partido apoyando la candidatura de Lavagna y un cuarto sector esta en la misma posición, pero apoyando al candidato justicialista que apoya al ex ministro de Economía (Sarghini).

5. En cuanto al peronismo disidente, definirá su fórmula presidencial hacia fines de agosto, una vez que se hayan realizado las elecciones en San Luis y La Rioja, el tercer domingo de agosto. En San Luis será reelecto Alberto Rodríguez Saa y en La Rioja es difícil que gane Carlos Menem, dado el apoyo del oficialismo al actual Gobernador (Beder Herrera), que se presenta para retener el cargo. El primero probablemente será el candidato presidencial del peronismo disidente que el pasado fin de semana se reunió en la Capital. El problema de este sector es que tiene votos en distritos chicos como los dos mencionados y eventualmente en alguno mediano, como es Misiones. En la provincia de Buenos Aires, la candidatura de Juan Carlos Blumberg iría por el peronismo disidente, lo que puede sumar votos, aunque hoy sería tercero, ya que se está gestando una alianza entre Francisco de Narváez y Jorge Macri -el primo de Mauricio- la que con el apoyo del Jefe de Gobierno electo, sería la segunda fuerza en la provincia. Pero el interrogante que queda abierto es cuantos votos puede restar el peronismo disidente de lo que hoy tiene el oficialismo. La derrota del candidato kirchnerista en la elección municipal de la capital de San Luis confirma que el interior no resulta fácil para el presidente.

6. En conclusión:

a) La estrategia externa de Cristina Kirchner marca un drástico cambio de estilo diplomático, pero que puede no implicar un giro sustancial en la política exterior.

b) La elección de Alberto Ballestrini como candidato a Vicegobernador de Scioli, confirma la importancia electoral que tiene para el oficialismo el voto del conurbano bonaerense.

c) A su vez la presencia del Presidente en una pequeña localidad de Santa Cruz muestra la prioridad que tiene para él no perder en esta provincia, lo que puede tener consecuencias políticas nacionales.

d) En la oposición sigue predominando la división, mientras Macri evidencia indecisión en su estrategia.

e) El peronismo disidente no será una fuerza electoral relevante, pero puede restar votos al oficialismo.