1. La categórica reelección del Gobernador de Tucumán, es un triunfo electoral de Kirchner, que confirma la creciente territorialización del sistema político. Han tenido lugar hasta ahora 10 elecciones de gobernador y en 8 de ellas ganó quien está gobernando (Catamarca, Entre Ríos, Río Negro, Neuquén, San Juan, La Rioja, San Luis y Tucumán). Pero políticamente, el resultado es muy variado, ya que han ganado 2 radicales K, 4 justicialistas kirchneristas y 2 opositores del PJ disidente. En los únicos 2 casos en los cuales el oficialismo local fue derrotado, han sido Capital y Tierra del Fuego, distritos muy particulares donde el voto de clase media, que es más independiente, tiene más relevancia que en los demás. En el total, Kirchner se anota 6 victorias y 4 derrotas. Pero la cuestión central es que quien está gobernando tiene un piso mínimo del 40% de los votos, que en algunos casos, como San Luis y Tucumán puede superar el 80%, lo que nunca antes había sucedido en el país.

2. El próximo domingo, se realizan elecciones en dos distritos decisivos, Santa Fe y Córdoba. Entre ambos reúnen el 20% de los votos del país. En el primero es probable que el candidato oficialista (Bielsa) sea derrotado por el socialista (Binner). Sería la primera vez en un siglo, que esta fuerza política llega a gobernar una provincia. El hecho que el Socialismo venga gobernando la intendencia de Rosario -que es la mitad del padrón electoral de la provincia- da una base territorial para ganar a la actual oposición santafecina. En Córdoba -al igual que en Santa Fe no hay segunda vuelta y la elección se gana por mayoría simple- es probable el triunfo del candidato oficialista (Schiaretti), beneficiándose por la división del voto no justicialista en dos (entre Juez del Partido Nuevo y el radical Negri). Se trata de un triunfo relativo de Kirchner, dado que tanto Schiaretti como el actual gobernador De la Sota que lo respalda, tienen una posición crítica respecto a Kirchner en el peronismo, la que no llega a ser disidente.

3. La denuncia de la Iglesia respecto al clientelismo, expresa una situación socio-político, que explica la mencionada territorialización. Es claro que a mayor nivel de pobreza más voto por el oficialismo, de la fuerza que sea y del nivel que se trate (nacional, provincial o municipal). La mitad de los votantes hoy viven de un ingreso público (salario, jubilación, pensión o subsidio) y la mayoría de quienes lo reciben tienden a votar más por el oficialismo para no modificar el statu quo. Cabe señalar que mientras sólo el 14% de la población total está afiliada a partidos políticos, entre los beneficiarios del subsidio del plan jefes y jefas lo está el 52%. Esto es una de las causas que explica porqué a los oficialismo les resulta tan fácil ganar y a la oposición hacerlo. Pero en política siempre hay excepciones y tal es caso de la provincia de Santa Cruz, donde el gobierno provincial aumentó el 22% los salarios al sector público, en un distrito donde el 70% del empleo formal está en el Estado, pese a lo cual el oficialismo sigue teniendo riesgo electoral en esta provincia, donde el obispo local (Romanin), ha jugado un rol importante para evitar una escalada de violencia.

4. Mientras tanto a nivel nacional la oposición sigue sin articularse. Esta semana vencen los plazos para presentar alianzas y el 8 de septiembre, para oficializar las candidaturas. De lograrse un acuerdo entre Carrió y López Murphy -lo que no es fácil dadas las personalidades- esto puede no ser un cambio drástico, ya que la primera tiene riesgo de perder su ala izquierda y el segundo su ala derecha, con lo cual sumados pueden terminar obteniendo menos votos que separados. Quizás una alianza de este tipo articule la oposición en dos ejes, entre Carrió y López Murphy por un lado y Lavagna por el otro, con lo cual no se resuelve la cuestión de la división de la oposición. La querella contra Carrió que puede tener sentencia esta semana, le da un escenario político para insistir en sus denuncias de corrupción.

5. La política exterior sufrirá en los dos meses que restan hasta la elección presidencial la influencia de la campaña electoral. La tensión con Uruguay crecerá desde el próximo fin de semana, cuando los asambleístas de Entre Ríos intenten llevar la protesta al territorio de dicho país y la administración Kirchner evite enfrentarlos. La relación con Venezuela seguirá siendo prioritaria pero compleja, dado que Chávez difícilmente asuma el costo del caso de corrupción de la valija como pretende el gobierno argentino. El presidente venezolano ha hecho público el reclamo contra el Reino Unido por las islas Malvinas, anticipándose al discurso que Kirchner -probablemente acompañado de su Señora- pronunciará en las Naciones Unidas a fin de septiembre. Los viajes de Cristina a países desarrollados, están pendientes del nivel de interlocutores que se asegure.

6. En conclusión:

a) La categórica reelección del Gobernador de Tucumán es un triunfo de Kirchner, pero que ante todo confirma la fuerte territorialización de la política.

b) El próximo domingo, el Presidente seguramente tendrá una derrota en Santa Fe y en Córdoba el triunfo de aliado poco confiable.

c) La denuncia de la Iglesia sobre el clientelismo, explica el fenómeno social que se encuentra detrás del triunfo de los oficialismos, que tiene pocas excepciones.

d) Las gestiones de acuerdo Carrió-López Murphy tienen pocas posibilidades de cambiar el escenario político nacional.

e) La política exterior, en temas como Uruguay, Venezuela y Malvinas, estará en los próximos dos meses más influida por la campaña electoral.