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Por Rosendo Fraga
Resultados electorales no favorecen a Kirchner
Los resultados de las elecciones de Santa Fe y Córdoba, confirman la diversidad política y la crisis del bipartidismo tradicional radical-peronista
3 de septiembre de 2007
Los resultados de las elecciones de Santa Fe y Córdoba, confirman la diversidad política y la crisis del bipartidismo tradicional radical-peronista. El categórico triunfo del socialista Binner en Santa Fe, implica que por primera vez en un siglo, la provincia será gobernada por alguien que no proviene de las distintas vertientes de los dos partidos históricos. Además, será la primera vez en la historia que el socialismo gobernará una provincia en la Argentina. En el caso de Córdoba, la reñida elección entre un justicialista (Schiaretti) y el dirigente de una fuerza nueva (Juez), con el radicalismo relegado a un tercer lugar, en una provincia que históricamente gobernó, es una evidencia del debilitamiento del bipartidismo tradicional. El análisis de los resultados en las 12 provincias que han elegido gobernador, muestran diversidad. El peronismo alineado con el Frente de la Victoria de Kirchner ha ganado en San Juan, Tucumán y Entre Ríos; aliados de Kirchner pero que no fueron por el FV lo hicieron en Catamarca, Río Negro y La Rioja; el oficialismo fue derrotado en cinco elecciones (Capital, Santa Fe, Neuquén Tierra del Fuego y San Luis), pero las cinco tienen estrategias diferentes para la elección presidencial del 28 de octubre.

2. Los buenos resultados de Binner y Juez, no desmienten la importancia del factor territorial en la política argentina. Ambos han podido desafiar al peronismo a nivel provincial, que viene gobernando 24 años en el caso de Santa Fe y 8 en Córdoba, porque vienen gobernando las ciudades de Rosario -en este caso a través de Intendente socialista que fue reelecto con el 57% de lo votos- y Córdoba, la segunda y la tercera ciudad del país. El voto de clase media que predomina en ellas y que es históricamente adverso al peronismo, ha jugado un rol importante. Sin esta base territorial en las ciudades, difícilmente Binner hubiera podido ganar y Juez desafiar al peronismo. Desde esta perspectiva, aunque Binner y Juez son figuras de centro-izquierda, sus resultados como fenómeno social son similares a los de Capital, donde ganó Macri con un partido nuevo de centro-derecha. Puesto en esta perspectiva, el voto en las tres principales ciudades del país es una evidencia más de la crisis del sistema político bipartidista. Las dos elecciones provinciales que tiene lugar el 16 de septiembre, mostrarán un triunfo de Kirchner en Chubut con la reelección del peronista Das Neves y una derrota en Chaco, con el retorno del radical Rozas, en el único de los seis gobiernos provinciales que es radical no kirchnerista.

3. Políticamente, los resultados en las dos provincias no han sido buenos para Kirchner. Cuatro años atrás, el Presidente lanzaba la idea de la transversalidad y mostraba a Ibarra, Binner y Juez, como los pilares de dicho proyecto. Pero las necesidades de gobernabilidad, lo llevaron a retornar al peronismo como base de poder. Es así como tanto en Santa Fe como en Córdoba, Kirchner y su Señora terminaron apoyando a los candidatos del justicialismo. El apoyo a Binner y Juez que dio después de la elección el Vice Jefe de Gabinete, el socialista Rivas, es un intento tardío de mostrar que en realidad se jugó a dos puntas. Los resultados de Córdoba y Santa Fe, junto con el de Capital y el de Tierra del Fuego, confirman que el voto urbano de clase media es adverso al oficialismo, al ser más independiente y por esta razón la base de sustentación real del voto oficialista para el 28 de octubre, son los votantes cautivos de los sectores populares que aportan los gobernadores y los intendentes del Gran Buenos Aires. Pero la oposición no puede capitalizar electoralmente estos resultados. Carrió apoyó a Binner pero no a Juez y la UCR que está con Lavagna, quedó tercera en los dos distritos. El candidato radical que fue tercero en Córdoba (Negri) tuvo el apoyo simultáneo de Lavagna, Carrió y López Murphy y pese a ello solo reunió el 21% de los votos.

4. Ideológicamente, Capital mostró al posibilidad de articular una fuerza de centro-derecha a nivel nacional, Córdoba y Santa Fe, la de construir una de centro-izquierda. ¿Puede polarizarse en 2011 el país entre un frente de centro-izquierda con Binner como candidato y Macri del centro-derecha a partir de buenas gestiones locales? Es una posibilidad, pero la subsistencia del peronismo -cuya cultura política ha contagiado a gran parte del radicalismo- es un obstáculo para ello. Es que bien podría darse que el peronismo a través de una figura como Daniel Scioli, terminara produciendo un giro hacia el centro-derecha, ocupando el espacio que teóricamente le correspondería a Macri y tampoco puede descartarse que un peronista de centro-izquierda termine encabezando un frente de esta orientación. El radicalismo sigue funcionando como partido, pero ha dejado de ser una fuerza política y con el peronismo sucede a la inversa, ha dejado de ser un partido, pero es una poderosa fuerza, que domina hasta ahora la cultura política argentina.

5. En conclusión:

a) Los resultados de Córdoba y Santa Fe, confirman la diversidad de la política argentina y la crisis del sistema bipartidista radical-peronista.

b) Pero los resultados de Binner y Juez, subrayan que subsiste la gravitación del factor territorial, al controlar ambos la segunda y la tercera ciudad del país.

c) Políticamente, los resultados en estas dos provincias no son resultado buenos para Kirchner, pero la oposición no puede capitalizarlos electoralmente,

d) Ideológicamente, se abre la posibilidad con Macri y Binner de nuevas fuerzas políticas para 2011, pero la subsistencia del peronismo en la cultura política puede impedirlo.

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