Por Adrián Taccone

La Selección argentina sacó a relucir su personalidad e imponer el respeto en sus rivales. Luego del traspié y caída ante Arabia Saudita -tremendo cachetazo- el pragmatismo de Lionel Scaloni acomodó las piezas y llegó a los octavos de final con total merecimiento.

Así como se vio en la Copa América 2021, Argentina se fue haciendo fuerte a través de los partidos y en ese sentido Scaloni tiene mucho de responsabilidad, en especial por los cambios que realizó, cuando muchos dudaban de mover las piezas partido a partido.

Ante Polonia Argentina tomó las riendas del juego, se hizo fuerte en cada secto del campo y llevó a su mínima expresión a un equipo polaco que jugó con la calculadora en la mano, por temor a irse temprano con su estrella Robert Lewandowski.

Todo pareció encajar de manera perfecta, porque Scaloni acertó los cambios, el equipo se acopló y recuperó la memoria para poder así seguir en carrera.

Queda mucho aùn para saber cómo termina esta historia, pero parece que las cosas podrían terminar en sonrisas.