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Rodrigazo e hiperinflación alfonsinista, dos crisis para no olvidar
Ahora que se inició un tibio recalentamiento de precios, es interesante recordar las dos mayores hiperinflaciones que se vivieron en Argentina.
15 de marzo de 2005
El alza de precios sensibiliza a los argentinos, en un país que soportó dos fuertes períodos hiperinflacionarios en los últimos 30 años, con las consecuencias de inestabilidad económica, pobreza, desempleo.

Por ello, es bueno recordar las dos grandes hiperinflaciones que sufrió la Argentina.

El Rodrigazo

Pasó a la historia por el apellido de su ideólogo. Celestino Rodrigo impulsó en julio de 1975 una fuerte devaluación de la moneda.

Después de tres décadas con una inflación promedio del 30 por ciento anual, la Argentina experimentó el salto a la cifra hiperinflacionaria de tres dígitos.

Con María Estela Martínez de Perón en la Presidencia, con un poder en aumento, José López Rega y los sindicatos comenzaron en 1974 a minar el poder del ministro de Economía, José Ber Gelbard, que había impulsado un “pacto social”. Los gremios le quitaron respaldo al plan económico, que comenzó a desbarrancarse a la par del crecimiento de la inflación y la desinversión empresaria.

El 12 de junio de 1975 Celestino Rodrigo sucedió en Economía a Alfredo Gómez Morales.

Rodrigo instrumentó una devaluación del 100 por ciento. El combustible se incrementó 175 por ciento. Las tarifas eléctricas se ajustaron un 75 por ciento, y le siguieron los precios de otros servicios públicos. El transporte subió hasta 150 por ciento. Se pasó de una inflación de entre el 2 y el 3 % mensual a oscilar entre el 7 y el 10%.

Hubo acuerdos por aumentos salariales que llegaron hasta el 200 por ciento, pero el rumor era que se fijarían por decreto. Finalmente, “Isabelita” dictó un aumento pero de sólo 100 por ciento. Entonces, movilizaciones de la CGT y de las 62 organizaciones, con la fuerte figura del metalúrgico Lorenzo Miguel, rechazaron las medidas y convocaron a un paro de 48 horas.

La población salió a abastecerse ante la inminente crisis en el área económica. El 22 de julio, Celestino Rodrigo, poco más de un mes después de asumir, ya no era ministro.

Con esta crisis, en 1975 la inflación llegó al 300 % ciento en el año, el PBI nacional descendió 1,4 % y el PBI per cápita cayó 3%. Los precios al consumidor se incrementaron 566 por ciento en sólo 10 meses, entre marzo del 75 y enero del 76.

Alfonsín

En 1975 la deuda externa argentina era de 7.875 millones de dólares. Cuando asumió Raúl Alfonsín, el endeudamiento llegaba a 42.319 millones de dólares.

Ese escenario de endeudamiento externo sumaba una inflación de más del 20 por ciento mensual.

En los 15 meses de gestión de su primer ministro de Economía, Bernardo Grinspun, la inflación fue del 626 %.

El primer plan de shock contra la inflación fue aplicado en 1985 por Juan Vital Sourrouille, el Plan Austral.

El 14 de junio se anunció el Plan. Se ajustaron los salarios al 22 por ciento de la inflación de ese mes y se congelaron sueldos y tarifas, además de fijar un tipo de cambio fijo en una relación de 1 Austral igual a 1.000 pesos argentinos.

De una inflación del 30 por ciento mensual se pasó a un tercio, de tal modo que durante los 25 meses de Plan Austral saludable la inflación fue del 215 % y el dólar se incrementó un 163 %.

La flexibilización de precios y la necesidad de aumentar la emisión monetaria, sumados a las dificultades en la política sobre las entidades bancarias y financieras, comenzó a minar el programa, y en 1988 se lanzó el Plan Primavera, en la búsqueda de contener la inflación y la especulación.

Se declaró la moratoria unilateral de la deuda con bancos de comercio en el exterior, se dolarizaron las carteras bancarias y el programa comenzó a ser visto como insolvente.

La inflación subió 84 por ciento en 5 meses y el dólar 96 por ciento.

El 6 de febrero de 1989 se anunció que no había reservas disponibles para satisfacer la demanda de dólares, se aceleró la depreciación del austral, subieron las tasas de interés, aumentó el déficit fiscal y se incrementaron los precios. Se compraban dólares minoristas el mismo día del cobro.

Carlos Menem asumió el 8 de julio de 1989. Ese mes, los precios subieron 197 % y las tarifas de servicios públicos 700 %.

La inflación en 1989 fue del 1.923 % y el dólar, que había comenzado el año a 24,3 australes, terminó el año a 1.950 australes.

La historia hiperinflacionaria tuvo secuelas en el gobierno de Menem. Dos ministros no pudieron con ella, Miguel Roig y Néstor Rapanelli, y bajo el mando de un tercero, Erman González, la inflación trepó al 1.343 % anual, y se instrumentó el Plan Bonex. El paso siguiente sería la llegada de Domingo Cavallo y el Plan de Convertibilidad. Ahí comenzó otra historia.

Evolución de la deuda

Año - Deuda externa (en millones de dólares)

1975 - 7.875
1976 - 8.280
1977 - 9.679
1978 - 12.960
1979 - 19.034
1980 - 27.072
1981 - 35.671
1982 - 43.634
1983 - 45.087
1984 - 46.903
1985 - 48.312
1986 - 52.449
1987 - 58.428
1988 - 58.834
1989 - 65.256
1990 - 62.730
1991 - 65.405
1992 - 68.937