Tigre y San Lorenzo resolvieron todo en una ráfaga de tiempo y luego con el marcador abierto y el empate en ciernes, se acomodaron para sellar una igualdad 1 a 1, que aparentemente le sirvió a ambos.


En cinco minutos de alta tensión, que se terminaron repartiendo en mitades iguales. El resto fue más de lo mismo: nula profundidad, pocas situaciones de gol y mucha especulación.

El local, Tigre, necesitaba un triunfo para poder limpiar la floja imagen de los primeros partidos, donde sumó un punto de 12 posibles.

San Lorenzo, por su parte, quería regalarle los tres puntos a la flamante dirigencia representada por Marcelo Tinellí, que el sábado arrasó en las elecciones.

Todo se resolvió en cinco minutos del primer tiempo, a lso 18, Castaño marcó el 1 a 0 para Tigre que poco pudo festejar cuando a los 23, tras un error del arquero Javier García, el uruguayo Luis Aguiar puso el empate definitivo.

De alli en mas, nada de nada, aburrimiento y conformismo: fueron Matadores del fútbol, del no jugar.