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La ultraderecha un paso más cerca de gobernar Brasil
A pocas horas de las elecciones de este domingo, Jair Bolsonaro, quien dijo que rechazará cualquier resultado que no sea su victoria, aumenta la ventaja sobre Fernando Haddad del PT y abre interrogantes
6 de octubre de 2018
En un fenómeno impensado y que abre muchos interrogantes para la región sudamericana, el candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro aumentó su ventaja sobre Fernando Haddad, del Partido de los Trabbajadores, a pocas horas de los comicios para definir al futuro presidente del Brasil.
Bolsonaro, quien evita debatir con sus rivales y prefiere hablarle "directamente al pueblo", y sus principales dirigentes, representan un movimiento riesgoso para la República Federativa de Brasil.
Cuestiona, por ejemplo, el convencimiento de las mayorías de que "aliados a la democracia y a la libertad tendríamos progreso. Fuimos engañados. Vivimos una sucesión de escándalos, todos ellos vinculados a desvíos de los recursos de los cofres de la Nación”.
El estilo de la campaña del que va a la cabeza en los sondeos fue marcado por su líder, inclusive desde el lecho hospitalario donde debió permanecer por 21 días luego de un atentado a cuchillazos.
Para muchos brasileños, la figura del diputado infunde confianza y certeza de que cumplirá con sus promesas.
Esa imagen paternal es “deificada” en los más diversos estratos sociales, incluidos los más ricos y más educados. Esto explicaría, según la última encuesta de Datafolha –publicada el jueves por la noche—que el diputado ha logrado acelerar su crecimiento los últimos cinco días previos a los comicios.
Logró así alcanzar 39% de los votos válidos (que excluyen blancos y nulos); mientras que Haddad se ubicó en 25%. Para los expertos de Datafolha e Ibope, se abre un escenario incierto el próximo domingo.
Consideran difícil que Bolsonaro logre llevarse ahora los votos procedentes de los otros candidatos de la centroderecha: Alckmin, Amoedo y Alvaro Dias.
Afirman, también, que una parte del 9% del postulante socialdemócrata podría correrse para Haddad, ante el temor expresado sobre todo por intelectuales del “advenimiento de una experiencia fascista”.
Es lo que advirtió, hace cuatro días, Jason Stanley en una entrevista concedida al diario Folha de Sao Paulo.
Se trata del autor del libro “How fascism works: the politics of us and then” (en traducción libre: “Cómo el fascismo funciona: las políticas del nosotros y ellos”), quien además es profesor de filosofía en Yale.
Bolsonaro, quien evita debatir con sus rivales y prefiere hablarle "directamente al pueblo", y sus principales dirigentes, representan un movimiento riesgoso para la República Federativa de Brasil.
Cuestiona, por ejemplo, el convencimiento de las mayorías de que "aliados a la democracia y a la libertad tendríamos progreso. Fuimos engañados. Vivimos una sucesión de escándalos, todos ellos vinculados a desvíos de los recursos de los cofres de la Nación”.
El estilo de la campaña del que va a la cabeza en los sondeos fue marcado por su líder, inclusive desde el lecho hospitalario donde debió permanecer por 21 días luego de un atentado a cuchillazos.
Para muchos brasileños, la figura del diputado infunde confianza y certeza de que cumplirá con sus promesas.
Esa imagen paternal es “deificada” en los más diversos estratos sociales, incluidos los más ricos y más educados. Esto explicaría, según la última encuesta de Datafolha –publicada el jueves por la noche—que el diputado ha logrado acelerar su crecimiento los últimos cinco días previos a los comicios.
Logró así alcanzar 39% de los votos válidos (que excluyen blancos y nulos); mientras que Haddad se ubicó en 25%. Para los expertos de Datafolha e Ibope, se abre un escenario incierto el próximo domingo.
Consideran difícil que Bolsonaro logre llevarse ahora los votos procedentes de los otros candidatos de la centroderecha: Alckmin, Amoedo y Alvaro Dias.
Afirman, también, que una parte del 9% del postulante socialdemócrata podría correrse para Haddad, ante el temor expresado sobre todo por intelectuales del “advenimiento de una experiencia fascista”.
Es lo que advirtió, hace cuatro días, Jason Stanley en una entrevista concedida al diario Folha de Sao Paulo.
Se trata del autor del libro “How fascism works: the politics of us and then” (en traducción libre: “Cómo el fascismo funciona: las políticas del nosotros y ellos”), quien además es profesor de filosofía en Yale.