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Brasil sale de la recesión por el gran repunte de su industria
Su Producto Bruto creció 7,7% en el tercer trimestre y puede beneficiar a la Argentina por el aumento de la demanda de insumos. El avance lo motoriza su poderosa industria
4 de diciembre de 2020
La economía brasileña se despierta tras la pesadilla del Covid, y beneficiará a la Argentina.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas informó que el PBI del gigante latinoamericano creció 7,7% en el tercer trimestre respecto del anterior.
Es el crecimiento más alto entre esos dos períodos desde 1996. Así, Brasil revierte su caída del primer semestre por el efecto de la pandemia. La economía brasileña salió formalmente de la recesión en el tercer trimestre, con un crecimiento de 7,7 por ciento, un logro de especial importancia comparado con la caída récord del 9,7 por ciento que sufrió entre abril y junio como consecuencia de la pandemia del coronavirus. El avance fue motorizado por la industria y el consumo. La manufacturera trepó 23,7% y el comercio 15,9%.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) informó que este registro del trimestre es el crecimiento más alto entre esos dos períodos desde 1996.
El resultado es, con todo, inferior a la expectativa promedio de un crecimiento de 8,8% que calculaban los analistas, 38 de ellos consultados por el diario especializado Valor y aún no compensa las pérdidas del año, que siguen marcando una contracción anualizada de -5% respecto a 2019.
El gobierno espera que ese número se reduzca a -4,5% a fin de año pero organismos como el FMI calculan en cambio que será de -5.8%.
El dato de la recuperación de Brasil es, sin embargo, importante también en relación al comportamiento del vecindario. Países como Argentina, la segunda economía sudamericana, se contraerá -12,9% por ciento en el año en curso según datos de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, tres veces más que su gigantesco vecino.
Con respecto al tercer trimestre de 2019, la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de la mayor economía latinoamericana es de -3,9%.
Brasil había caído en recesión técnica tras dos trimestres consecutivos de contracción económica, -2,5% en el primer trimestre y el indicado de -9,7% en el segundo.
En los datos desagregados se observa que la recuperación del tercer trimestre se explica debido a las subidas de 14,8% en industria y del 6,3% en servicios, acorde con la retirada de las medidas de distanciamiento social y el cierre de fábricas y comercios impuestos por la pandemia. Por su parte, la agricultura no mostró una buena performance y se redujo un 0,5% con respecto al segundo trimestre.
Entre las actividades industriales, además del destacado crecimiento del 23,7% en las industrias manufactureras, también se expandieron las actividades de electricidad, gas y agua (8,5%), construcción (5,6%) e industrias extractivas (2,5%).
En el sector servicios crecieron todos los rubros. Así, el comercio rebotó hasta el 15,9%; transporte, almacenaje y correo subió un 12,5%, mientras que otras actividades de servicios subieron 7,8%. Los servicios de información y comunicaciones (3,1%); administración, defensa, salud pública y educación y seguridad social (2,5%); actividades financieras, seguros y servicios afines (1,5%) y actividades inmobiliarias (1,1%).
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas informó que el PBI del gigante latinoamericano creció 7,7% en el tercer trimestre respecto del anterior.
Es el crecimiento más alto entre esos dos períodos desde 1996. Así, Brasil revierte su caída del primer semestre por el efecto de la pandemia. La economía brasileña salió formalmente de la recesión en el tercer trimestre, con un crecimiento de 7,7 por ciento, un logro de especial importancia comparado con la caída récord del 9,7 por ciento que sufrió entre abril y junio como consecuencia de la pandemia del coronavirus. El avance fue motorizado por la industria y el consumo. La manufacturera trepó 23,7% y el comercio 15,9%.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) informó que este registro del trimestre es el crecimiento más alto entre esos dos períodos desde 1996.
El resultado es, con todo, inferior a la expectativa promedio de un crecimiento de 8,8% que calculaban los analistas, 38 de ellos consultados por el diario especializado Valor y aún no compensa las pérdidas del año, que siguen marcando una contracción anualizada de -5% respecto a 2019.
El gobierno espera que ese número se reduzca a -4,5% a fin de año pero organismos como el FMI calculan en cambio que será de -5.8%.
El dato de la recuperación de Brasil es, sin embargo, importante también en relación al comportamiento del vecindario. Países como Argentina, la segunda economía sudamericana, se contraerá -12,9% por ciento en el año en curso según datos de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, tres veces más que su gigantesco vecino.
Con respecto al tercer trimestre de 2019, la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de la mayor economía latinoamericana es de -3,9%.
Brasil había caído en recesión técnica tras dos trimestres consecutivos de contracción económica, -2,5% en el primer trimestre y el indicado de -9,7% en el segundo.
En los datos desagregados se observa que la recuperación del tercer trimestre se explica debido a las subidas de 14,8% en industria y del 6,3% en servicios, acorde con la retirada de las medidas de distanciamiento social y el cierre de fábricas y comercios impuestos por la pandemia. Por su parte, la agricultura no mostró una buena performance y se redujo un 0,5% con respecto al segundo trimestre.
Entre las actividades industriales, además del destacado crecimiento del 23,7% en las industrias manufactureras, también se expandieron las actividades de electricidad, gas y agua (8,5%), construcción (5,6%) e industrias extractivas (2,5%).
En el sector servicios crecieron todos los rubros. Así, el comercio rebotó hasta el 15,9%; transporte, almacenaje y correo subió un 12,5%, mientras que otras actividades de servicios subieron 7,8%. Los servicios de información y comunicaciones (3,1%); administración, defensa, salud pública y educación y seguridad social (2,5%); actividades financieras, seguros y servicios afines (1,5%) y actividades inmobiliarias (1,1%).