La primera ministra de Nueva Zelanda Jacinda Ardern, de 40 años, tomó la decisión de no vacunarse hasta que esté inoculado todo el personal de salud y los trabajadores esenciales. “Las personas que están en la primera línea están en el mayor de los riesgos, no yo. Entonces los quiero a ellos protegidos”, argumentó.

Los dichos de la funcionaria, en el país que apenas registra 26 muertos y más de 2.300 infectados durante la pandemia, tienen un correlato con el escándalo por la "vacunación VIP" que surgió en Argentina, donde se descubrió a personas de distintas edades que fueron inoculadas (funcionarios, entre otros) que no pertenecen a las consideradas de riesgo.

Frente a la insistencia de un periodista que le preguntó a Arderen si ella no debería considerarse "en la primera línea" por el cargo que ocupa, reiteró que no está expuesta de la misma forma que los trabajadores sanitarios.

Inclusive, la primera neocelandesa reafirmó que aguardará a que se inoculen todos los que están en riesgo.