Dani Alves está cada vez más complicado. A poco más de una semana en prisión por la acusación de haber abusado de una joven en una discoteca de Barcelona, ahra debe afrontar el pedido de divorcio de su mujer, Joana Sanz.
La mujer de Dani Alves, Joana Sanz, pidió separarse del futbolista, acusado de una supuesta violación a una joven en una discoteca de Barcelona.

Tras borrar todas las fotos de las redes sociales, su esposa ha tomado la decisión de desmarcarse totalmente de la vida del exjugador del Barcelona.

Según han anunciado en el Programa de Ana Rosa, Joana le ha comunicado su decisión al futbolista a través de sus abogados. De esta forma quiere poner punto y final a su relación con Alves.

Cuando se conocieron los hechos ella no dudó en apoyar a Alves. Con el paso del tiempo y cuando más datos sobre la supuesta violación salían a la luz, la mujer empezó a poner tierra de por medio.

Pidió «respeto» a su privacidad. Y es que a este caso se sumaba la pérdida de su madre unos días antes.

Un grupo de periodistas del programa Cuatro al día, lograron meterse en la Brians, donde está detenido, y entrevistaron a algunos reclusos que contaron cómo es su día a día.

“Él camina normal y corriente. No tiene una vida especial ahí, ni lo tratan de manera diferente”, describió uno de los presos que comparte las horas con el exfutbolista del Barcelona.

Además, señaló que su presencia no pasa desapercibida y que muchos presos le piden autógrafos: “Es un buen chico, es un buen tío. Es súper tranquilo, le piden autógrafos… yo alucino”, añadió.

Pero eso no es todo. El recluso también contó cuál es la actitud de Alves en la celda y afirmó que está muy aburrido: “La actitud que tiene es de aburrimiento, mucho, es una vida muy aburrida. Pero estuvo jugando al fútbol ya, haciendo algunas jugadas con los chicos de ahí, que están por el mismo delito que él”, señaló el reo que se encuentra en otro módulo de la prisión.