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27 de julio de 2024
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La mujer atacada por Dani Alves confirmó que fue violada
En el juicio, las amigas de la mujer también dieron su versión de los hechos y señalaron una “actitud babosa” por parte del exfutbolista
6 de febrero de 2024
La joven que acusa a Dani Alves de agresión sexual ratificó ante el tribunal que el futbolista la violó en un baño de la discoteca Sutton de Barcelona y manifestó su temor a que no le creyeran, una versión que también apuntalaron sus dos amigas.
La víctima, cuya identidad se mantiene a resguardo, fue la primera en declarar ante la Audiencia de Barcelona y lo hizo por más de una hora y a puertas cerradas. Esta medida se hizo para evitar su confrontación visual con Alves.

En su declaración, explicaron fuentes jurídicas, sostuvo su versión de los hechos: que Alves la agredió sexualmente, con violencia y una actitud despectiva, tras obligarla a entrar con él en el estrecho baño del reservado de la discoteca Sutton.
Y también reiteró, como ya hizo en instrucción, sus reticencias iniciales a presentar denuncia contra el futbolista, convencida de que nadie la iba a “creer”.

La versión de la víctima, que según las fuentes mantuvo la compostura durante el interrogatorio pese a que en ocasiones no pudo evitar el llanto, fue corroborada por las dos jóvenes que la acompañaban en el Sutton la noche del 30 de diciembre de 2022, quienes declararon también entre lágrimas.

Las testigos, una amiga y una prima de la víctima, detallaron que, ya desde las presentaciones, Alves las toqueteó con actitud “babosa” hasta hacerlas sentir “incómodas”, aunque no se imaginaron que aquello pudiera derivar en una violación.

Según ambas testigos, las tres chicas accedieron a entrar en el reservado en el que estaba Alves con un amigo después de que este las invitara en dos ocasiones, a través de un camarero, a tomarse una copa con ellos en esa zona VIP de la discoteca Sutton, que cuenta con un pequeño baño privado.

Ambas señalaron que vieron que el futbolista entraba por la puerta que daba al baño -desconocían qué había ahí-, que su amiga lo hacía instantes después y que al cuarto de hora salió Alves y, dos minutos más tarde, la víctima, con “mala cara” y pidiendo a sus acompañantes a irse a casa.

Según las amigas, la joven lloraba “desconsolada” y contaba que el futbolista le había hecho “mucho daño”, pero inicialmente se resistía a denunciarlo mientras repetía: “Solo quiero irme a casa, no me van a creer”.

Los días posteriores a los hechos, agregaron, la joven permanecía en ‘shock’, todavía sin querer denunciar, y actualmente sigue sufriendo ansiedad, apenas sale de su casa, se siente observada y ha perdido la “alegría” que la caracterizaba, ya que se vuelve obsesiva “con todo”.

La abogada de Alves dirigió su interrogatorio a desacreditar el testimonio de las dos amigas, a quienes preguntó si el acusado y la joven estuvieron bailando “muy juntos” antes de entrar en el baño, si se sonreían y si su actitud era de coqueteo.